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Olvídate de las puertas atascadas: así puedes volver a abrirlas

Este problema tan frecuente en los hogares se puede solucionar aplicando varios métodos sencillos

Olvídate de las puertas atascadas: así puedes volver a abrirlasDoor handle kob

No hay duda de que las puertas son un elemento fundamental en cualquier vivienda. Sin embargo, debido a su constante uso, estas pueden desgastarse, llegando a atascarse, señal de que no funcionan correctamente, y pudiendo ser una auténtica incomodidad para los habitantes del hogar

Por suerte, solucionar este problema es más fácil de lo que parece y no exige conocimientos en carpintería. Así las cosas, vamos a explicar las causas y las soluciones para poder arreglar las puertas que se atrancan. 

Los motivos detrás de una puerta atascada

Antes de emplear cualquier solución, es importante entender qué provoca el atasque en las puertas. Las razones más frecuentes son estas:

  • Bisagras secas u oxidadas

El paso del tiempo, el polvo, la humedad y el uso son factores que provocan que las bisagras pierdan su lubricación natural.

  • Pernios desgastados

Si los pernios de las bisagras están sucios o muy usados, pueden causar fricción y, por consiguiente, no abrirse bien. 

  • Puerta desalineada

Una puerta mal colocada ejerce presión en determinados puntos, haciendo ruidos al abrir y cerrar, y quedándose quieta.

  • Suciedad y polvo

El polvo y los residuos acumulados en las bisagras contribuyen a este problema. 

La puerta de una casa.

Soluciones que funcionan

Después de analizar cuáles son las principales causas, vamos a ver qué solucionen podemos tomar para que las puertas de la vivienda puedan volver a abrirse con normalidad. 

1. Lubricar las bisagras

Está claro que lubricar las bisagras es un paso muy importante para arreglar este contratiempo. El más efectivo es uno en aerosol, como WD-40, que se puede echar directamente en las bisagras: debemos comprobar que la puerta se abre y se cierra correctamente varias veces. En su lugar, se puede emplear aceite de cocina o hasta cera de vela. 

2. Limpiar y ajustar los pernios

Si el problema fuera a más, puede que resulte necesario limpiar o ajustar los pernios de las bisagras, por eso es fundamental retirarlos con un destornillador y pasar un trapo húmedo por ellos. 

En caso de encontrarlos oxidados, se pueden lijar con suavidad utilizando un papel de lija fino o meterlos en vinagre blanco para terminar con el óxido. Y, si se puede, hay que usar una capa de lubricante. 

3. Comprobar la alineación de la puerta

Si el atasque de la puerta se debe a una desalineación, mira que esta se encuentre bien colocada en el marco, o aprieta con fuerza los tornillos de las bisagras. De forma alternativa, utiliza cuñas de madera o recurre a las arandelas para nivelarla. 

4. Terminar con la suciedad y el polvo+

Todo un clásico que no podemos olvidar. Si tanto la suciedad como el polvo han hecho acto de presencia en las bisagras, pueden crear fricción y que esta no se puede desplazar adecuadamente.

Ante esto, lo mejor es recurrir a paños secos para dejarlas limpias, utilizando, incluso, cepillos de dientes y alcohol para dejar impolutas las esquinas difíciles. Finalmente, apuesta por echar algo de lubricante tras la limpieza para que la suciedad no vuelva a juntarse.

Una tarea imprescindible

Aunque aparezca un detalle sin importancia, el simple hecho de mantener en buen estado las puertas de casa da una buena imagen tanto del hogar como de nosotros mismos. Además de mantener la vivienda en buenas condiciones, también mejora nuestra calidad de vida y la de quienes nos rodean.