Las llaves de casa, el móvil o las gafas son algunos de esos escurridizos objetos que a menudo perdemos dentro de casa y cuya búsqueda nos trae por la calle de la amargura. Desaparecen con mucha facilidad y casi siempre en el momento menos indicado: cuando tenemos que salir rápidamente de casa, hacer una llamada o consultar algún documento con urgencia.

Lo principal en estos casos es mantener la calma, aunque nuestra primera reacción, fruto de los nervios, sea deambular de un lugar a otro, como pollo sin cabeza, mirando a nuestro alrededor pero sin ver. Una mente tranquila pensará mucho mejor que una estresada, así que la búsqueda resultará mucho más fructífera si eres capaz de dejar la angustia a un lado. 

Aunque siempre quedará la Ley de Murphy y el objeto aparecerá cuando menos falta te haga, te vamos a ofrecer una lista de consejos para afrontar con mayor serenidad la búsqueda de un objeto perdido en tu hogar. Algunos de ellos son:

1- Visualiza el objeto. Tener una imagen mental clara del objeto que buscas puede ayudarte a determinar el lugar en el que este puede estar o dónde fue la última vez que lo utilizaste. Asimismo, asociar el objeto con el lugar habitual que ocupa acotará mucho la zona de búsqueda. Si eres despistado, tendrás un poco más de trabajo.

2- Recuerda dónde lo usaste por última vez. Trata de ponerte en contexto, visualizar dónde estuviste y qué hiciste con el objeto la última vez que lo tuviste en tus manos. Es probable que lo utilizaras en un lugar distinto al habitual y por lo tanto lo hayas dejado allí sin pensar. 

Un teléfono móvil sobre una tabla de cortar rodeado de varios alimentos. Freepik

3- Sigue un orden. Comienza por la habitación en la que crees que es más probable que pueda estar el objeto y divídela en secciones para que no te quede ningún espacio sin revisar. Trata de seguir un orden para que la búsqueda sea más efectiva.

4- Cambia de perspectiva. Subirte a una escalera o agacharte al suelo te permitirá observar la habitación desde distintos ángulos, lo que te proporcionará un campo de visión diferente que te puede ayudar a encontrar lo que buscas.

5- Vuelve a mirar donde crees que debería estar. Mira de nuevo ese lugar que ya revisaste porque puede que la primera vez los nervios no te dejaran ver el objeto perdido. También es posible que este estuviera caído o tapado por otros objetos y en un primer momento se te haya podido pasar desapercibido.

6- Revisa espacios pequeños. No dejes sin mirar los lugares de difícil acceso, ya que es probable que el objeto se haya colado debajo del sofá, entre las sábanas de la cama o bajo la toalla del baño.

7- Piensa si te ha podido incomodar. Puede que en un momento dado el objeto perdido te molestara para hacer algo y por ello te has desprendido de él casi inconscientemente. De esa forma, lo has podido dejar en el lugar que en ese momento tenías más a mano.

Unas gafas de vista junto a un ordenador portátil. Freepik

8- No descartes ningún lugar. Muchas veces vamos con el piloto automático puesto y somos capaces de dejar las cosas en los lugares más insospechados, así que no descartes ninguna posibilidad por muy absurda que te parezca. Puedes encontrar el móvil en el congelador o volverte loco buscando las gafas que llevas en la cabeza o, en el peor de los casos, puestas. 

9- Pon orden en casa. Si tienes la casa desordenada será más fácil que se te pierdan las cosas, así que empieza por poner orden. Esta es una buena ocasión para hacerlo y, si no encuentras el objeto perdido, por lo menos habrás conseguido tener la casa más presentable.

Ayuda celestial o terrenal 


Si no hay forma de que aparezca aquello que buscas, puedes encomendarte a santos como San Cucufato o San Antonio de Padua, a quienes se invoca para encontrar objetos perdidos. En el caso de San Cucufato, el asunto tiene miga. Debes llevar a cabo un ritual que consiste en hacer un nudo en un pañuelo mientras recitas la frase: “San Cucufato, San Cucufato, de los cojones te ato, si no me encuentras el (objeto perdido) no te los desato". Debes guardar el pañuelo y cuando aparezca el objeto soltar el nudo para desatarle sus partes nobles al pobre San Cucufato, pedirle perdón por las amenazas y por último darle las gracias. Y si la ayuda divina no llega, siempre podrás recurrir a la ayuda terrenal y pedir a familiares o amigos que te echen una mano para buscar lo que has perdido.