Llevas tiempo retrasando darle una vuelta a tu armario. Un día sacas un jersey mal doblado y encuentras una camiseta fuera de sitio y decides ponerte a ello. Sacas toda la ropa y te das cuenta de que, entre tanta prenda, hay muchas cosas que hace tiempo que ya no te pones.
Ha llegado el momento de reorganizar ese armario lleno de nada que ponerte, muchas veces fruto del desorden.
En primer lugar, aprovechando que está vacío, debes limpiarlo a fondo para que después puedas conservar tu ropa en perfecto estado.
Después te tomarás tu tiempo para seleccionar esas prendas que vas a regalar, donar o reciclar porque ya no te gustan, no te quedan bien o no las necesitas.
Una vez que has decidido con qué prendas te quedas, debes agruparlas por categorías (pantalones, camisas, camisetas, ropa interior, calcetines, cinturones, pañuelos...) para ver cuánto sitio necesitas para cada una de ellas. Después decidirás cómo las distribuyes entre cajones, baldas, barras de colgar o barras extraíbles de forma que quede ordenada y, además, te resulte práctico para el día a día.
Cestas, cajas, separadores o perchas, siempre sin abusar de ellos, te facilitarán la labor de colocar de forma ordenada todas tus cosas, procurando que ocupen el menor espacio posible dentro del armario.
Ordenar tu armario es más fácil si sabes cómo. A continuación te ofrecemos diez consejos.
1- Haz un inventario de la ropa de tu armario. Vacía el armario por completo y coloca todas tus prendas sobre la cama. Seguro que aparece alguna que ni siquiera recordabas que la tenías. Retira toda la ropa que no esté en buen estado o que no te hayas puesto en los últimos 12 meses. Haz una lista de todo lo que tienes y replantéate cómo organizarlo.
2- Organiza la ropa por categorías. Pese a que tengas poco espacio, no mezcles distintos tipos de prendas (ropa interior, camisetas, fulares...). Coloca las de la misma categoría juntas, de forma que tu armario tenga cierta armonía. Coloca más a mano la ropa que más uses y la que te pongas de forma más esporádica o la de otra temporada, déjala, preferiblemente metida en cajas, en altillos o en las zonas del armario que te resulten menos accesibles. Si la guardas en cajas transparentes las tendrás ordenadas y controladas en todo momento. Una buena opción es escribir en el exterior qué contiene cada caja. La ropa de otras temporadas también puedes guardarla al vacío: te ocupará menos espacio y estará libre de polvo.
3- No apiles demasiada ropa. Procura que las baldas de tu armario no sean demasiado altas. Meter las prendas en cestas o cajas es una buena opción para que no se nos desmorone el montón de camisetas cada vez que queremos coger la que está más abajo. Si colocamos las prendas en ellas de forma vertical, ganarás espacio y tendrás una visión genérica de todo lo que tienes. Las tienes de distintos tamaños, formas y materiales. Los organizadores con compartimentos colgados de la barra de colgar también son una buena alternativa a las baldas. Elige lo que mejor se adapte a tus necesidades.
4- Cajones con organizadores. Es muy útil usar organizadores de distintos tamaños en los cajones para colocar las prendas y que no se mezclen unas con otras. Si además doblamos las prendas en vertical, ganaremos mucho espacio. Un cajón de poca profundidad con muchos separadores te resultará muy útil para guardar joyas y complementos de bisutería. Calcetines, cinturones, corbatas, pañuelos... son otras de las prendas que puedes guardar en un cajón con pequeños organizadores. Si colocas el frente del cajón de cristal, tendrás un mayor control de lo que guardas en él.
5- Armario con luz. Si tenemos que coger ropa del armario y hay alguien durmiendo, la mejor forma de no molestar es colocar luz dentro del mueble. Al abrir la puerta tendremos una visión perfecta del interior y podremos encontrar con facilidad las prendas que buscamos. Hay distintas posibilidades que van desde colocar tiras adhesivas a instalar focos en la parte superior.
6- Perchas prácticas. Las perchas deben ser todas del mismo estilo puesto que así aprovecharás mejor la capacidad del armario. Existen tantas perchas como tipos de ropa y complementos: perchas con muescas para camisas de tirantes, con pinzas para faldas, con círculos para cinturones... Otra utilidad práctica que le puedes dar a las perchas es darle la vuelta al gancho conforme nos ponemos la ropa. Al cabo de un tiempo desecharemos la ropa cuyo gancho siga en la posición inicial. Es recomendable utilizar fundas de ropa para aquellas prendas delicadas que no nos ponemos con demasiada asiduidad.
7- Barras extensibles y extraíbles. Una barra extensible en el lateral del armario te puede servir para tener ordenados los cinturones. En cuanto a soluciones extraíbles, un pantalonero te permitirá tener todos tus pantalones a la vista y perfectamente ordenados sin que apenas te ocupen espacio. Si eres de las afortunadas que tienen un armario grande para ellas solas, un colgador extensible en algún rincón del armario te permitirá dejarte preparada la ropa para el día siguiente.
8- Zapatero en la parte baja. Podemos convertir la parte inferior del armario en un zapatero extraíble. Si bajo la ropa colgada queda algún espacio podemos aprovecharlo colocando cestas. Seguro que encontramos algún tipo de accesorio para colocar en ellas.
9- Armarios libres de polillas. Los armarios deben estar limpios y la ropa protegida. Una buena opción es colocar saquitos en los cajones, en cestas o en la barra para de las camisas, chaquetas o vestidos. Si quieres elaborar tu misma los saquitos puedes meter lavanda en una tela de lino. Obtendrás un excelente antipolillas.
10- Bolsos y sombreros libres de polvo. La mejor forma de guardar los bolsos y los sombreros es dentro del armario para que no cojan polvo. Los bolsos, en baldas con separadores y los sombreros, en cestas.