Mal ha empezado el negocio hostelero de Pablo Iglesias. La Taberna Garibaldi abrió sus puertas con gran júbilo el pasado 19 de marzo, pero el domingo 25 amaneció con la persiana bajada y un cartel en el que se explicaba el motivo de su clausura.

¿Es un cierre definitivo? Por lo visto no. Solo se trata de una avería. "Cerrado por avería en tubería de agua. Disculpen las molestias. Muchas gracias", indica el cartel que han colgado en la entrada del mediático bar y con el que se toparon el domingo los clientes con intención de tomar o comer algo.

En las redes sociales, la cuenta de X del propio local también confirmaba el cierre. "Este domingo descansamos para hacer una última reparación y para proveernos de cerveza que habéis vuelto a agotar... El martes a las 12 volvemos a abrir".

Mala suerte para Iglesias y sus compañeros de negocio que seguramente esperaban hacer una buena caja esta Semana Santa después de todo el revuelo que ha levantado la taberna.

Polémica desde el inicio

El bar ha sido fuente de polémica desde que se conoció que Iglesias iba a estar al frente del mismo. Primero por el nombre de algunas de sus propuestas gastronómicas, como el 'Salmorejo partisano', la enchilada 'Viva Zapata', las carrilleras 'Brigada Garibaldi' o la oferta de platos veganos bajo el nombre 'No me llame Ternera'.

Además, usuarios en las redes sociales criticaron que el ex presidente del Gobierno español publicó en página web de la taberna imágenes de platos sacadas de bancos de imágenes gratuitos internet y de cartas de otros restaurantes.