Málaga albergaba este lunes el último adiós a María Teresa Campos. Cientos de sus paisanos han querido acompañarla en su despedida y han acudido hasta el templo en el que tenía lugar su funeral para rendirle un último homenaje a una de las presentadoras más influyentes y queridas de la televisión.
La popular conductora televisiva era despedida por todo lo alto en una conmovedora misa en la iglesia malagueña de San Pablo, situada en el barrio de La Trinidad, la parroquia donde se rinde culto a Jesús Cautivo, una figura muy importante para la comunicadora de la que era gran devota.
MÁLAGA BRINDA UN ÚLTIMO HOMENAJE A MARÍA TERESA CAMPOS
Amigos de la popular presentadora, admiradores y diferentes figuras de la política andaluza se daban cita en el mencionado templo para arropar y acompañar a sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, muy emocionadas en la despedida de su madre.
Tras varias jornadas en las que los homenajes a la figura de María Teresa Campos no han dejado de sucederse, faltaba aún el más importante, o al menos el que hubiera sido el más especial para ella, el de los malagueños, el lugar de donde siempre se había sentido a pesar de haber nacido en Tetuán.
Carmen y Terelu eran las primeras en llegar a la iglesia junto a sus hijas, Carmen Almoguera y Alejandra Rubio, vestidas de riguroso negro y muy afectadas en estos difíciles momentos, accedían al templo que estaba decorado para la ocasión con rosas amarillas, las flores favoritas de su madre, y también las mismas que portaban sus familiares al día siguiente de su fallecimiento.
La misa funeral estaba presidida por un retrato de la recordada presentadora en la que aparecía muy sonriente.
Terelu, hija mayor de la comunicadora, pronunció durante la ceremonia un emotivo discurso en el que compartió cómo se sentía ante la pérdida de uno de los grandes pilares de su vida, y destacó la devoción que su progenitora sentía tanto por sus seres queridos como por su público, que siempre ha sido muy importante para ella.
Diana Navarro y Juan Peña han aportado el homenaje musical, interpretando dos de las canciones favoritas de María Teresa, la cantante, un solemne ‘Ave María’, y el intérprete ‘Gracias’.
La popular comunicadora ha recibido una última gran ovación de los allí presentes al salir del templo, y ya descansa junto a su madre y sus hermanos en el columbrado de la Cofradía de La Paloma, tal y como era su última voluntad.
