El estado de salud de María Teresa Campos es delicado ya hace un buen tiempo, sobre todo desde que sufrió un ictus en 2017. Con 81 años, ha tenido que ser hospitalizada recientemente en varias ocasiones, apenas sale de casa, una caída al levantarse de la cama la dejó muy tocada y las imágenes que han trascendido de ella muestran una importante pérdida de peso y un aspecto desmejorado. Sus hijas no esconden lo preocupadas que están por ella, y Terelu ha dado un paso más revelando en su blog de la revista Lecturas lo mal que se encuentra su madre, aunque no la nombra en ningún momento.
"Mi vida está llena de más preocupaciones. Mi única preocupación no solo es mi hija. Cuando el pilar de tu vida no pasa por el mejor momento, eso también te arrastra. Al final, solo deseas el mayor bienestar y la mayor felicidad a la persona más importante de tu vida junto con mi hija", escribe Terelu en la revista.
La próxima llegada de la Semana Santa no le supone ninguna alegría, sino todo lo contrario. "Se acerca la Semana Santa y sé que la voy a vivir con mucha tristeza, porque ya nada es igual ni volverá a serlo nunca", afirma, en unas palabras en las que no se atisba ningún ápice de optimismo.
Y guarda las palabras más duras para el final. "Se me caen las lágrimas mientras escribo esto y me cuesta recuperar el aliento al saber que la persona más importante de mi vida no volverá a estar nunca más en su Semana Santa malagueña. Tengo el corazón roto en mil pedazos porque sabe lo mucho que la ha disfrutado durante tantos años".