El chocolate es un ilustre manjar dentro de las maravillas que podemos disfrutar en nuestro planeta. De hecho, una de las leyendas que se cuenta sobre la creación del chocolate es que provino de un regalo del rey Quetzalcoatl a los humanos. Sea o no verídico, lo cierto es que la explosión de sabores que produce el chocolate en el paladar no puede describirse con palabras de este simple mundo mortal.

Al cacao, que fue utilizado incluso como moneda de cambio por los aztecas, hoy en día se procura darle un uso más sustancial como exquisitez alimenticia. Este producto de demanda mundial tiene un preciso nivel de elaboración y varios tratamientos por los que debe pasar obligatoria y cuidadosamente antes de llegar a nuestros hogares. A su vez, ahora más que nunca, se procura que la procedencia del producto sea la más sostenible y natural posible, tal y como muestra una de las mejores empresas chocolateras del mundo, Paccari.

Planta de cacao en un árbol lista para su recolección.

Del cacao al chocolate

  • El primer paso para la obtención de un producto final perfecto es la materia prima. El cacao más consumido del mundo se produce en Costa de Marfil. A este país africano le siguen Ghana, Indonesia y Ecuador. Todos ellos tienen en común el clima cálido, suelos fértiles y la humedad esencial para un resultado de alta calidad.
  • La cosecha de este producto es un proceso totalmente artesanal y requiere cuidado. Tras una maduración de entre cinco y seis meses, los agricultores recolectan la vaina manualmente y colocan las semillas a la sombra para su fermentación natural gracias al mucílago.
  • Estas semillas ya fermentadas se colocan bajo el sol para su posterior secado, propiciándoles características aromáticas y de sabor propias. Tras la elección, el tostado y el descascarillado, solo queda molerlo para que sea fácilmente moldeado y enfriado. Este es el último paso, y ya de ahí se permite el empaquetado y la distribución de una manera más ágil en comparación con la ardua elaboración desde su cosecha.

Mitos

  • Salud. Aunque las grandes empresas chocolateras nos hayan hecho pensar que el chocolate no es sano por la cantidad de azúcar que le añaden, la verdad es que ayuda a nuestra salud más de lo que creemos. Sus nutrientes, concretamente los flavonoles del cacao, contribuyen a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos. ¿Qué significa esto? Significa que gracias a que comas un par de onzas diarias, tu flujo sanguíneo se verá favorecido y la circulación de tu cuerpo te lo agradecerá.
  • Postre. No, claro que el chocolate no se debe disfrutar solo en postres. La variedad de sabores distintos que se han ido elaborando gracias a la mezcla gastronómica ha demostrado que no es necesario que la innovación del chocolate se limite a los postres.

Diferentes tipos de chocolate esparcidos por una mesa.

  • Conservación. Si sueles guardar este producto en la nevera, te recomendamos que lo saques en cuanto puedas. Según recomienda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el lugar idóneo para guardar tu tableta es un lugar seco, aireado y protegido de la luz, con una temperatura de entre 15ºC y 18ºC.

Paccari

El extenso y fascinante recorrido del chocolate, requiere dedicación en todos los puntos de su elaboración. La empresa ecuatoriana Paccari ha decidido seguir por el camino natural, orgánico y biodinámico para la producción de sus chocolates.

Esta empresa de principios de siglo sigue con su enfoque en técnicas de producción sostenible, para conseguir un alimento de la más alta calidad y que contribuya a los objetivos de desarrollo natural, tanto para el chocolate como para sus trabajadores.

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Aunque parece que los datos indican que España es el país menos chocolatero de Europa solo por delante de Portugal, consumimos una cantidad de 5,5 kg de cacao al año. Este milagro de la naturaleza ha creado un potente producto que se sigue explorando aunque sus 5.000 años de historia han dejado un legado como uno de los reyes de la exquisitez.