Los baserris han sido y son el medio de vida de muchas personas en Euskadi y los animales que allí se crían tienen un plus de calidad. La Euskal Okela hace referencia a la carne de vacuno, alimentada con forrajes naturales, complementados con piensos autorizados por Hazi. Esta denominación supone también una Indicación Geográfica Protegida (IGP), un sello europeo que pone en valor la producción de calidad diferenciada liga al origen geográfico.
Del cerdo se aprovecha todo y precisamente este animal es uno de los que más se cría en los baserris. De hecho, su crianza es al aire libre respetando el bienestar animal y su alimentación se basa en piensos completos. Para poder tener la distinción Cerdo de Caserío con Eusko Label, estos animales se sacrifican entre los 182 y 250 días de vida y deben tener un peso mínimo de 95 kilos.
De dimensiones menores es el cordero lechal que tiene que ser de razas autóctonas de Euskadi como latxa o carranzana y su alimentación se basa en la leche materna de 3 a 5 semanas cuando se sacrifica para obtener una carne jugosa y tierna.
Por su parte, el pollo se cría al aire libre y su alimentación se basa en cereales con más de un 60% de maíz hasta alcanzar un mínimo de 81 días. Los huevos comparten con los pollos la crianza al aire libre y su alimentación con cereales con más de un 50% de maíz.
Por último, las mieles son frescas, recién cosechadas, de gran calidad y producidas de forma tradicional en pequeños colmenares.