"No las alimentes. No lo necesitan. Por una buena convivencia". Éste es el mensaje con el que el Ayuntamiento de Vitoria pretende concienciar a la ciudadanía de la importancia de cambiar ciertos hábitos en relación con las palomas.

En muchas ocasiones, “ponemos a disposición de estas aves gran cantidad de alimento. Esto favorece su crecimiento poblacional de forma desproporcionada y, como consecuencia, crea un desequilibrio con otras especies animales y con las personas que habitan en la ciudad”, advierte el Consistorio gasteiztarra.

¿Por qué no hay que dar de comer a las palomas? Dice el Ayuntamiento que las palomas y, en general las aves, son parte del patrimonio natural y proporcionan a la sociedad un conjunto de beneficios y servicios. No obstante, su alimentación natural consiste en granos y semillas, así que otro tipo de alimento, como pan, gusanitos..., puede perjudicar su salud. Además, los restos de comida en la vía pública pueden promover la proliferación de roedores y otros animales.

No alimentes a las palomas. No lo necesitan

Su alimentación natural consiste en granos y semillas, así que otro tipo de alimento, como pan o gusanitos puede perjudicar su salud y que proliferen los roedores

“Dar de comer a las palomas es romper el equilibrio natural que hace aparecer las molestias e insalubridades por acumulación de excrementos y plumas, ruidos, etc. Además, las heces ocasionan importantes daños en monumentos y edificios de la ciudad, con el consiguiente perjuicio cultural y económico”, sostiene el Ayuntamiento.

Asimismo, las palomas pueden ser vectores de micro organismos y parásitos transmisores de enfermedades, especialmente en situaciones donde se produce contacto estrecho con esta especie. 

Varios consejos

En este sentido, pide a la población gasteiztarra que actúe con responsabilidad, con consejos, como: “No alimentes a las palomas. Cierra bien las bolsas de basura. No arrojes ningún tipo de comida a la vía pública. Recoge las sobras. Evita que las viviendas y edificios se conviertan en palomares. Cierra cualquier hueco que les permita el acceso. Mantén las zonas comunes limpias de excrementos y plumas. Y coloca barreras físicas para obstaculizar y evitar que se posen, pero que sea sin causarles daños, es decir, sin pinchos, redes ni ultrasonidos.

Por último, el Ayuntamiento advierte de que alimentar a las palomas en la calle supone una infracción y conlleva sanciones de hasta 750 euros las leves; hasta 1.500 las graves y hasta 3.000 las muy graves.

Varias palomas en la capital alavesa. DNA

Alimentar a las palomas en la calle conlleva sanciones de entre 750 euros y hasta los 3.000

Censo de palomas

Los resultados obtenidos en 2023 sobre la población de palomas en Vitoria son similares a los obtenidos en el estudio llevado a cabo en 2020 por Lokimica, señala la sociedad de ciencias Aranzadi. “El conteo de individuos por celdas es muy similar. Las diferencias entre ambos estudios se deben, mayoritariamente, a la mejora metodológica aplicada a la estimación de la población”, explica.

Con todo, teniendo en cuenta los resultados, la población de paloma urbana en Vitoria se estima en 10.700 individuos. En cuanto a la distribución en función de su abundancia, Gasteiz no es homogénea, ya que la paloma urbana se concentra en el centro de la ciudad, en el núcleo histórico del municipio y su cantidad disminuye notablemente hacia la periferia.

Por barrios Lakua-Arriaga acumular el 14,6% de la población, unos 1.450 individuos, aproximadamente, seguido de la zona rural este (12,4%, unos 1.200 individuos). Le siguen la zona rural noroeste, Salburua, Mendizorroza, Zaramaga, San Martín, Adurza, Zabalgana, Sansomendi y Casco Viejo. 

No obstante, aclara el estudio que la abundancia por barrios depende no solo de la densidad, sino también de la superficie de cada barrio. Así, aunque el Casco Viejo presenta una densidad muy alta de palomas, la superficie es más reducida, por lo que, a escala de ciudad, la contribución del Casco Viejo al conjunto de la población de la especie en Vitoria es modesta, menos del 5%. 

En cuanto a los puntos de alimentación y descanso de las palomas, el texto habla solo de cuatro relevantes, “una información muy poco representativa y claramente inferior al número real de puntos de esta naturaleza en la ciudad”, valora el estudio. Los puntos son: el parque situado en Portal de Arriaga con Juntas Generales, el parque de Arriaga y el del conservatorio, como zonas de alimentación y la ikastola Barrutia, como zona de cría.