La Fiscalía ha mantenido su petición de 36 años de prisión para un hombre juzgado por haber presuntamente agredido sexualmente a dos chicas menores de edad, mientras que la defensa ha pedido la absolución.
El juicio contra el acusado, un varón que regentaba un bar en Vitoria, se ha celebrado durante dos sesiones en la Audiencia de Álava. Tanto la declaración de las dos víctimas como el visionado de las grabaciones del bar en las que quedó constancia de lo ocurrido se han realizado a puerta cerrada, por lo que no se conocen públicamente.
Los hechos juzgados ocurrieron el 1 de septiembre del 2021, sobre la una de la madrugada, en el bar que regentaba el hombre, que ya había bajado la persiana.
Dos menores, una de las cuales había mantenido relaciones anteriores con el acusado, levantaron la persiana y accedieron al bar. En el interior, tras jugar con una botella a 'chupito' o 'reto' y beber, el varón agredió sexualmente a las menores, según la Fiscalía, mientras que según la defensa hubo consentimiento de las partes.
Las dos jóvenes apenas recuerdan lo sucedido. Una de ellas dio una tasa de 1,73 gramos de alcohol en sangre -el máximo para conducir es 0,50- y la otra descubrió que había sido víctima de abusos sexuales posteriormente, al ver el vídeo. Según la Fiscalía, esta segunda joven se despertó y vio que el acusado estaba penetrando a su amiga, que lloraba.
La forense que ha testificado hoy ha confirmado que en el interior de la vagina de una de las dos jóvenes había células epiteliales del acusado, de manera que la Fiscalía ha considerado probado que hubo penetración.
Tras ver las pruebas, el fiscal ha mantenido su petición de 36 años de cárcel para el acusado, por seis delitos: cuatro contra la libertad sexual, otro por elaboración de pornografía infantil (ya que no apagó las cámaras del bar) y un último de revelación de secretos (porque comunicó a la Ertzaintza que tenía las grabaciones).
La defensa pide la absolución
La Fiscalía ha incidido en que las dos jóvenes se negaron inicialmente a mantener relaciones sexuales con el acusado, y este las emborrachó durante el juego hasta que las menores perdieron el control, de manera que no se acordaban de los hechos.
También ha insistido el fiscal en que el acusado sabía que las dos jóvenes eran menores de edad -tenían 17 y 16 años- y en que las dos dijeron que no querían ser grabadas, pero el acusado no paró las cámaras.
En cambio, la defensa ha solicitado la absolución por entender que las jóvenes invitaron al acusado a participar en la relación sexual, de manera que considera que fueron consentidas, y sobre las grabaciones, ha alegado que el acusado no sabía cómo parar las cámaras, solo apagar el monitor.