El pasado sábado a primera hora salían de distintos puntos de la geografía alavesa 6 autobuses y decenas de vehículos particulares rumbo a Logroño para comenzar allí una jornada a modo de fiesta final de curso de la Diócesis de Vitoria.

Portando pañuelos blancos con el escudo diocesano, más de 400 personas –entre niños, jóvenes, adultos y mayores de Vitoria y de muchos pueblos alaveses– llenaban la Catedral de Santa María de la Redonda de Logroño, ubicada en pleno corazón del casco antiguo de la capital riojana.

Allí, separados por varios grupos, fueron conducidos por guías a las distintas estancias para ir conociendo sus diferentes naves, retablos y demás detalles de este templo del siglo XVI.

De manera temporal, esta catedral acoge una exposición sobre la vida de San Prudencio, patrón de Álava, con grabados y textos de la época así como reliquias del conocido como ángel de la paz. Y es que este santo, nacido en Armentia, pasó gran parte de su vida por estas tierras por lo que sus restos se repartieron entre Logroño, Nájera y Tarazona.

Antes de abandonar este imponente templo, el coro San Prudencio deleitó con un breve concierto musical desde lo alto de la catedral a los participantes, entonando además el himno a San Prudencio y que cada 28 de abril se canta en las 4 misas diarias en la basílica de Armentia así como en la retreta en la víspera en la Plaza de la Provincia.

Tras conocer las calles que rodean a La Redonda, los participantes fueron llamados para la siguiente parada: la villa de Laguardia. Allí conocieron a lo largo de esta jornada sus callejuelas así como su famosa iglesia de Santa María de Los Reyes.

En imágenes: Cientos de alaveses se reúnen para celebrar el final de curso de la Diócesis de Vitoria Cedidas

De la misma manera que en la catedral logroñesa, los participantes se dividieron por grupos para ver el espectáculo audiovisual que sirve para explicar la historia de su pórtico centrado en la vida de la Virgen María, madre de Jesús. A las 13:00h el templo acogió una Eucaristía a modo de acción de gracias por este curso que será presidida por el Obispo de Vitoria, Mons. Juan Carlos Elizalde, y amenizado por el coro Diocesano.

En esa misa se rezó de manera especial por todas las personas fallecidas en este curso –tanto laicos como sacerdotes y religiosas– y se compartieron las principales claves sobre las que se trabajará el próximo curso en la Iglesia alavesa.

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Dejando un momento para tiempo libre así como para poder tomar un café, vino y realizar algunas compras en la capital de la Rioja Alavesa –cuyos vecinos están inmersos en las fiestas patronales de San Juan–, los más de 400 asistentes se dirigieron hacia el conocido restaurante Villa Lucía, donde en sus jardines y bajo una gran carpa, disfrutaron de una comida con claro sabor a esta zona seguida de un baile y varias sorpresas más.

A las 18:30h se puso punto final a la intensa jornada de sábado tras visitar el centro histórico de Logroño así como el de Laguardia y haber disfrutado de varios momentos junto a cientos de personas de diferentes barrios y pueblos de la Diócesis.

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Esta iniciativa de celebrar el final de curso con una excursión diocesana nació por iniciativa del Obispo de Vitoria en 2019. En aquel primer año, unas 250 personas se sumaron a ella con una visita a Orduña.

Con la llegada de la pandemia en 2020 se suspendió este tipo de celebraciones y este curso 2024-2024 la Diócesis ha vuelto a impulsarla. El objetivo es poder compartir un tiempo cultural, lúdico, gastronómico y alegre donde personas de muy variados estilos y carismas que viven su fe dentro de la Iglesia alavesa puedan relacionarse y enriquecerse mutuamente.