La dirección de la factoría de Mercedes-Benz en Vitoria ha comunicado a la plantilla la suspensión de la producción otros siete días más, esta vez en junio y julio. Ante “la necesidad de ajustar la capacidad productiva de la planta a las demandas de los mercados”, la actividad en la fábrica –la más grande de Euskadi, con casi 5.000 empleados– volverá a parar cuatro jornadas en junio y tres en julio.
Las paradas anunciadas esta mañana afectan a los tres turnos en todos los sectores productivos –Montaje Bruto, Pintura y Montaje Final– los días 7, 14, 21 y 24 de junio y 22, 23 y 24 de julio. Esto supondrá que la factoría de la avenida de Los Huetos cerrará en verano desde el 20 de julio hasta el 25 de agosto, cinco semanas, puesto que ya a finales del año pasado la dirección comunicó que no activaría el 26 de julio, que era jornada activable para la producción.
Proceso de ampliación
La planta sigue encadenando suspensiones en esta primera parte del año, en parte afectada por las importantes obras de ampliación para acoger la nueva plataforma VAN.EA de fabricación del nuevo modelo eléctrico –una reforma que fue presentada a finales de marzo y que prevé empezar su producción a partir de 2026–, y en parte perjudicada por la demanda del mercado.
De hecho, desde el pasado viernes 17 –jornada de producción también cancelada– la factoría dirigida por Bernd Krottmayer ha activado ya el acuerdo alcanzado entre la dirección y el comité el 21 de marzo que buscaba evitar la eventual aplicación de un expediente de regulación temporal (ERTE) ampliando la bolsa de flexibilidad.
Flexibilidad ampliada
Tal y como recordó la propia dirección de la planta el pasado abril, la bolsa de flexibilidad prevista en el convenio –18 días– se agotó con la suspensión del 10 de mayo. Este mes, la factoría ha suspendido la actividad otros tres viernes –el pasado 17, este viernes 24 y el 31–, de manera que ya ha entrado en vigor la ampliación de flexibilidad pactada en marzo.
En un primer tramo, ese acuerdo prevé ampliar la bolsa de flexibilidad en hasta 15 días, de manera que por cada jornada suspendida cuatro horas correrán a cargo de la empresa y cuatro horas, a cargo del trabajador. Con las siete jornadas de parada anunciadas hoy, se habrán consumido ya diez de los quince días previstos en ese primer tramo adicional.
Estas nuevas suspensiones implicarán que la planta parará cinco semanas en verano, desde el 20 de julio hasta el 25 de agosto
En caso de que se agotaran esos 15 días adicionales de suspensión y la empresa tenga necesidad de suspender hasta cinco jornadas más durante este año, se seguirían aplicando las mismas condiciones. Si se tuvieran que suspender esas cinco jornadas extras o la empresa tuviera que activar finalmente un ERTE en 2024, el documento firmado en marzo por dirección y comité prevé que la empresa condonaría un 25% del tiempo asumido por el trabajador desde el límite negativo actualmente recogido en convenio.
En este sentido, fuentes sindicales trasladan que la empresa ha comunicado su confianza en que no sea necesario activar un segundo tramo adicional de flexibilidad, por lo que esperan que la situación pueda remontar tras el verano.
Cadencia de suspensiones
Mercedes Vitoria comenzó el año con una previsión de producción de 140.000 unidades, unas 17.000 menos que la cifra récord con la que cerró 2023, en buena medida por efecto de las grandes obras de ampliación en las que está inmersa. Con el calendario laboral de este año, llegó la comunicación de que no se activarían siete días activables para producción de 2024 –cinco días en enero, el 30 de abril y el 26 de julio–. La planta comenzó a trabajar tras el parón navideño el 9 de enero.
A finales de enero, se comunicaron las primeras paradas de producción, que acabaron afectando a cinco jornadas de febrero. A finales de febrero se concretaron tres días más de suspensión en marzo y la no activación de otras cuatro jornadas en abril, justo después de Semana Santa.
A finales de marzo se anunció la cancelación de tres jornadas más a finales de abril, justo antes de San Prudencio, y otras dos en mayo, justo después del Primero de Mayo. Posteriormente se suspendió una jornada más a finales de abril, de manera que la actividad de la factoría estuvo parada entre el 23 de abril y el 5 de mayo. Finalmente, a mediados de abril se decidió cancelar la producción los cuatro viernes restantes de mayo.
Personal requerido
Con estas últimas siete cancelaciones de producción, la dirección recuerda que, conforme al acuerdo de ampliación de flexibilidad de 21 de marzo, “en caso de que en dichas jornadas canceladas fuera necesario que acudiera personal a prestar servicios, la empresa tendrá en cuenta la situación particular en cuanto a saldos y tipo de contrato y se les avisará, al menos, con una semana de antelación”.