Emotivo encuentro en Vitoria de estudiantes que dejaron las aulas hace 50 años

Han pasado 50 años desde que dejaron estas aulas de Vitoria, pero hay recuerdos imborrables en la memoria de una persona como son sus días de colegio.

Juegos en el patio, canciones, profesores, compañeros de pupitre... Son muchos los momentos mágicos que se revivirán el próximo sábado en un centro escolar de la capital alavesa.

Un colegio por el que han pasado la historiadora Micaela Portilla, el entrenador de baloncesto Pablo Laso o la escritora Eva García Saénz de Urturi.

Son solo algunos de los alumnos ilustres de este centro, el más antiguo de Vitoria cuando comenzó su andadura allá por 1870, una época con apenas 20.000 vecinos viviendo en la capital alavesa.

Hablamos del colegio Niño Jesús que está de celebración. El próximo sábado 18 de mayo van a organizar el segundo encuentro de Antiguos Alumnos y quieren hacer mención especial a los estudiantes que se graduaron hace 50 y hace 25 años.

Así lo van a celebrar en Niño Jesús

El programa para el sábado 18 de mayo es el siguiente:

11.30 horas

Acogida y photocall.

12.00 horas

Encuentro en el salón de actos, donde habrá:

- testimonios y recuerdos de antiguas alumnas y profesoras.

- homenaje a los que se graduaron hace 25 y 50 años o más.

- una sorpresa.

13.30 horas

Visita a las instalaciones del colegio.

14.30 horas

Comida en el restaurante Conde de Álava.

'Un abrazo que perdura'

Hace dos años el salón de actos del colegio se convirtió en el escenario de uno de los eventos más emotivos: la presentación de un libro que con mucho trabajo y esfuerzo se había hecho realidad.

Bajo el título ‘Un abrazo que perdura / Besarkada amaigabea’, esta obra que recoge la historia del colegio unida inevitablemente a la historia de Vitoria se convirtió en un regalo muy especial que recibieron las familias de Niño Jesús para que la memoria no se pierda.

Más de 250 páginas que recogen cómo ha cambiado tanto la capital alavesa como el centro escolar cuando comenzó su andadura en la calle Siervas de Jesús gracias a las Carmelitas de la Caridad.

Porque tal y como aseguraba entonces el director del centro y uno de los impulsores de esta publicación, Dario Nasili, “lo que no se escribe se pierde”.