El pasado 7 de enero, se cumplieron diez años de la desaparición del gasteiztarra Borja Lázaro, ingeniero informático de profesión, que fue visto por última vez en una posada del poblado costero de El Cabo de la Vela, en el departamento colombiano de La Guajira.

Tenía 34 años y se encontraba en esta remota zona del Caribe realizando un reportaje fotográfico, una actividad de la que era un gran aficionado.

Las últimas horas antes de su desaparición las pasó en compañía de un grupo de amigas y amigos y todas sus pertenencias, entre las que estaban sus cámaras de fotos y su documentación, fueron encontradas en el hostal donde se hospedaba tras desaparecer sin dejar rastro.

Un juzgado de Vitoria, según ha informado Radio Vitoria, declarará muerto oficialmente a este vitoriano en las próximas horas. Su familia así lo pedía con el fin de agilizar ciertos trámites. Pese a ello, seguirán reclamando que el caso no se cierre y que se le siga buscando activamente.

Concentraciones

Pese a estos diez años transcurridos, Vitoria ha dejado claro que no olvida a su paisano desaparecido en Colombia. Muestra de este apoyo han sido las concentraciones en el centro de la capital coincidiendo cada año con este triste aniversario.

La Ertzaintza, por su parte, intenta mantener un contacto más o menos permanente con la colombiana, “haciendo preguntas para obtener respuestas”, y reclama a la Policía Fiscal de Colombia que “reanude, con más ímpetu si cabe” sus pesquisas sobre el entorno en el que desapareció. “Y que no se olvide el caso”.

“Pasado el tiempo, siempre hay alguien que puede recordar alguna situación que en su momento no le dio importancia”, remarcó a comienzos de año el comisario Hugo Carlos Prieto.