Fue el pasado mes de febrero cuando se llevó a cabo el último gran golpe contra las bandas especializadas en el robo de pisos en la capital alavesa.Cayeron en la maraña policial siete individuos.

No obstante, los investigadores llevaban tiempo detrás de la pista de una trama extremadamente especializada, oriunda del Cáucaso, verdadero azote para las estadísticas delictivas en la capital alavesa.

Coche patrulla de la Policía Local en la Plaza España de Vitoria. Pilar Barco

Hito de seguridad ciudadana

Su caída, reforzada con los operativos policiales montados ex profeso, sirve de ejemplo para contextualizar un hito importante en la seguridad ciudadana de Gasteiz. No en vano, el número de ese tipo de asaltos se ha reducido en un 26,8% en un año gracias a la labor policial y a una menor presencia por estos lares de este tipo de organizaciones itinerantes, que han hecho de los asaltos a domicilios su lucrativo modus vivendi.

Cuatro ertzainas vigilan el centro de la capital alavesa. Pilar Barco

Estadísticas policiales

Las estadísticas policiales a las que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, y que recogen los datos reportados al respecto por los cuerpos de seguridad con competencias en la materia en Vitoria –Policía Local y Ertzaintza–, reflejan una reducción significativa en el número de robos de viviendas registrado.

Agentes de la Ertzaintza en la Plaza España de Gasteiz. Pilar Barco

En dicho análisis numérico, facilitado por el Ministerio del Interior a través de su Portal estadístico de criminalidad, se cifra la actividad de ese tipo de tramas especializadas en 2023 en 218 casos conocido

Números importantes

En dicho análisis numérico, facilitado por el Ministerio del Interior a través de su Portal estadístico de criminalidad, se cifra la actividad de ese tipo de tramas especializadas en 2023 en 218 casos conocidos. Respecto al año anterior, la variación es sensible. En concreto, de casi un 27%, ya que se partía de 298, que fue el número de robos violentos en domicilios registrados entre enero y diciembre del pasado año 2022.

Foco ampliado

Si se amplía el foco más allá de los efectos de las ganzúas y de las llaves maestras, la disminución de la actividad de los especialistas en el robo de interiores, tanto viviendas, como establecimientos comerciales, como otro tipo de instalaciones, también es reseñable. En concreto, según reflejan los datos aportados al respecto, el apaciguamiento de la actividad criminal casi llega al 23%, al pasar en un año de 469 casos a 363 en Vitoria.

Hurtos y ciberdelitos

En cualquier caso, y para evitar que la contemplación de un árbol impida ver el bosque, desde la concejalía de Seguridad delAyuntamiento de la capital alavesa se pide cautela y guiarse con prudencia a la hora de definir la realidad delincuencial de la ciudad.

Al respecto, el concejal delegado del ramo, Iñaki Gurtubai, indica en comunicación directa con este diario que “no se trata de minimizar o relativizar los problemas, pero con las estadísticas delincuenciales hay que ser lo más objetivo posible, sin afán de crear alarma ni de adormecer a la ciudadanía. El aumento, en términos generales, de hechos delictivos, es un fenómeno común a todas las ciudades, no sólo está pasando en Vitoria-Gasteiz”.

“No se trata de minimizar o relativizar los problemas, pero con las estadísticas delincuenciales hay que ser lo más objetivo posible, sin afán de crear alarma ni de adormecer a la ciudadanía"

Iñaki Gurtubai - Concejal de Seguridad de Vitoria

Realidad global

Sus palabras hacen referencia a una realidad global. El número de infracciones penales en Vitoria creció en el último año un 14% (al pasar a 12.155 casos en diciembre de 2023 frente a los 10.644 del mismo mes del año anterior) debido, fundamentalmente, al tirón de los cibercrímenes (+31,8% al pasar de 2.765 a 3.269 casos) y los hurtos (+13,1%, al llegar a los 3.726 expedientes desde los 3.295).

Furgoneta con efectivos de la Ertzaintza en la calle Postas. Pilar Barco

Menos delitos sexuales

“Más allá de esa visión general, cuando hablamos de delitos hay que analizar la evolución concreta de cada tipo. El aumento de hechos delictivos se está dando fundamentalmente en dos casos: ciberdelitos y hurtos. Dos casos que nos preocupan, como todos, pero son delitos donde no interviene la violencia, la intimidación o la fuerza. Hay que perseguirlos, por supuesto, pero no tienen dentro de la labor policial un rango de prioridad o un valor tan estratégico como aquellos que generan más alarma social, como son los robos violentos o los delitos contra la libertad sexual. Y en estos últimos casos las estadísticas están mejorando”, analiza Gurtubai.

“El aumento de hechos delictivos se está dando fundamentalmente en dos casos: ciberdelitos y hurtos"

Iñaki Gurtubai - Concejal de Seguridad de Vitoria

Matices en los delitos

La sonoridad de los porcentajes marca unos hechos, pero el contexto tiene matices. No en vano, los delitos contra la integridad de las personas y el patrimonio han rebajado su incidencia. Según el trabajo recopilatorio de Interior, aparte de la reducción en los asaltos a domicilios, se han rebajado los delitos conocidos contra la libertad sexual. En un año, los expedientes abiertos al respecto se han reducido un 5,1% (de 98 a 93).También es significativa la bajada (10,1%) de los delitos de tráfico de drogas conocidos (de 89 a 80) y el mantenimiento de los robos con violencia e intimidación (de 98 a 105).

Ciudad segura

Es evidente que “no tenemos un problema de seguridad del rango del que pueden tener otras ciudades, pero hay que seguir trabajando para reducir el nivel delincuencial. Siendo, eso sí, conscientes de que están bajando los delitos contra las personas, así como los delitos con violencia e intimidación. Y los delitos con fuerza en las cosas o el robo en interior de vehículos están asociados a grupos muy concretos contra los que ya estamos trabajando razonablemente bien”.

Contexto cualitativo

Una vez conocido el contexto cuantitativo se antoja esencial repasar el cualitativo, sobre todo, en el caso de los robos en viviendas, ya que se trata de un tipo de delito difícil de combatir por las fuerzas policiales.Al respecto, uno de los investigadores de la Ertzaintza encargado de atender, entre otros, los asaltos profesionalizados a pisos que ocurren en Gasteiz, explicaba en estas mismas páginas hace unos meses que “no hay una fórmula que facilite prevenir estos robos y es muy difícil llegar a castigar a sus autores”.

‘Modus operandi’

El modus operandi detrás de este tipo de sustracciones estaría detrás de hasta un 80% de los hurtos y robos en viviendas gasteiztarras, que se concentrarían principalmente en los barrios de Lakua, Salburua y Zabalgana.

Coche patrulla de la Policía Local de Vitoria. Pilar Barco

Sus objetivos se centran en zonas muy concretas, en los que el ratio esfuerzo-beneficio es muy provechoso para ellos. En los citados polígonos vive una clase media con una economía asentada, pero sin alardes y con viviendas con las medidas de seguridad franqueables para el especialista adecuado.

Presencia habitual

En cualquier caso, la presencia de estos grupos de profesionales no es nueva en la ciudad, pero sí su desarrollo e innovaciones. Son profesionales llegados desde países del Este de Europa y del Cáucaso a los que es difícil identificar al estar dotados habitualmente de filiación y documentos falsificados. Su presencia se entiende dentro de estructuras altamente especializadas y con capacidad de adaptación a los esfuerzos policiales. Desde la Ertzaintza se tiene el convencimiento de que este tipo de grupos criminales ya actúa con un comodín en la ciudad en forma de estructuras sociales de residentes de su misma nacionalidad que apoyaría a los ejecutores de los robos cuando están en Gasteiz. Esa ayuda extra atendería a los alquileres de habitaciones o viviendas para los recién llegados o a otros detalles relativos a la organización para canalizar los botines logrados o facilitar la huida hacia otras localizaciones.

Llegan, actúan y se van

Sea como fuere, hay cosas que no cambian. Estos grupos llegan, vigilan, acceden a los pisos marcados y sustraen efectivo y oro, que una vez fundido en tiras, es imposible seguir su trazabilidad. En ocasiones, las menos, también pueden llevarse alguna joya o reloj muy significativos, pero obvian electrónica, plata y similares. Tras varios golpes, salen de la ciudad hacia otra ubicación y canalizan lo robado en los circuitos adecuados para su comercialización. Rápidos y limpios, no acostumbran a dejar pistas.