Los ladrones de pisos y casas aprovechan la Navidad para hacer negocio. Tal y como adelantó en exclusiva DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA hace unos días, durante estas fechas tan señaladas, la actividad de las bandas dedicadas a desvalijar domicilios repunta un 50%. Según desvelaba un agente de la Ertzaintza con lustros de experiencia en las calles de la capital alavesa, distintos grupos –realmente, todos los que se dedican a este tipo de asalto– están a la expectativa para aprovecharse del repunte de la vida social de los gasteiztarras y de los alaveses con la llegada de las fiestas de fin de año para visitar las moradas vacías para hacerse fundamentalmente con oro, ciertas joyas muy especiales y dinero en efectivo. La última oleada bajo estas características se está produciendo en un barrio tan señalado como el Ensanche gasteiztarra.

Un piso protegido por alarma. | FOTO: JOSE MARI MARTÍNEZ

Por motivos similares a los que ayudan al repunte de la actividad de carteristas en Gasteiz, el robo de casas en la zona rural y de pisos en la capital alavesa crece durante las semanas navideñas hasta un 50%, según indica a este rotativo un agente de la Ertzaintza conocedor de la situación. La convocatoria de actos como cabalgatas y desfiles, las necesidades de socialización extras con familiares y amigos o las salidas a hacer compras y regalos motivan que los inmuebles se queden vacíos durante algunas horas al día.

Es el tiempo que aprovechan los amigos de lo ajeno para hacerse con joyas y efectivo. Este tipo de situaciones se ha convertido en habitual en muchas localidades de cuadrillas como Añana, Montaña Alavesa o la Llanada. En varios lugares los vecinos han llegado a utilizar aplicaciones de mensajería para avisar a vecinos de la presencia de gente sospechosa.

Vigilancia

Igual ocurre con los robos producidos en la capital. Uno o varios individuos acuden a un portal determinado, llaman al portero y descubren cuántos pisos pueden estar vacíos. A partir de ahí, actúan con los métodos habituales. No acostumbran a hacerse con electrónica ni artículos voluminosos. Simplemente hurgan en los lugares habituales para hacerse con relojes de alta gama, joyas y dinero en efectivo.