El protagonista de esta noticia se vio inmerso en un bucle interminable. Un callejón sin aparente salida en el que finalmente ha encontrado la luz. Este ciudadano gasteiztarra recurrió a diversos préstamos personales para sobrellevar sus ingresos limitados.

Como es común, estos tipos de préstamos suelen conllevar tasas de interés elevadas, y precisamente eso le ocurrió a nuestro protagonista, transformando la deuda pendiente en una "espiral" de intereses que no dejaba de aumentar.

Aunque continuaba realizando pagos, el deudor tenía la impresión de que las deudas "no tendrían fin", ya que el capital pendiente apenas disminuía y sus esfuerzos se destinaban casi integramente a liquidar intereses.

I. L. aguantó hasta que la situación era insostenible, la cuota mensual de los préstamos era mucho más alta de lo normal a causa de los intereses bancarios.

Esta situación llevó al protagonista, que responde a las iniciales I.L., a solicitar nuevos créditos para saldar los anteriores, pero esta estrategia no representaba en absoluto una solución.

Los intereses adicionales de los microcréditos solicitados, como es habitual, constituían más un problema que una ayuda.

Fue en ese momento cuando buscó la ayuda de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, una entidad de alcance nacional que asiste a personas que se sienten atrapadas en sus deudas. Después de analizar su caso, los abogados de la entidad le aconsejaron declararse insolvente y acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad.

La resolución definitiva implicó que el deudor quedara exento de pagar 24.100 euros

Pepe Domínguez, abogado de la asociación, describe cómo abordan casos similares: "En una situación así, la desesperación lleva a solicitar nuevos créditos para pagar los antiguos, pero esto no es más que un parche. Los intereses de estos créditos pueden superar el 100% TAE y, si no se cumple con un pago, las llamadas amenazadoras se convierten en un verdadero calvario para los deudores".

El llamado efecto “bola de nieve” hizo que cada préstamo que solicitaba lo estuviera endeudando cada vez más

Pasos para alcanzar la liberación de las deudas:

El primer paso es informar a los Juzgados competentes sobre la situación del deudor. A través de un preconcurso de acreedores, comienza un periodo en el cual la persona endeudada no debe efectuar pagos a nadie y se suspenden las posibilidades de embargo.

Posteriormente, se presenta un concurso de acreedores solicitando la exoneración completa de la deuda ante los Juzgados de Vitoria, siendo aceptado y brindándole la anhelada segunda oportunidad que esperaba.

Requisitos para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad

En términos generales, los requisitos incluyen la insolvencia del deudor, no haber sido exonerado en los últimos 5 años y carecer de delitos de índole socioeconómica. Es fundamental que el Juez y la Administración Concursal confirmen estas condiciones antes de emitir la sentencia.

La resolución definitiva, emitida el 19 de octubre de 2023, otorgando el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho), implicó que el deudor quedara exento de pagar 24.100 euros.

Desde entonces, los acreedores del asociado no pueden exigir más pagos al ya ex-deudor ni incluirlo en registros de morosos.

Esta no es la primera condonación de deuda que la Asociación de Ayuda al Endeudamiento logra en Vitoria. Con esta, ya suman más de 10 sentencias favorables obtenidas en 2023. Pueden consultarse todas las resoluciones positivas en el sitio web de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento.