El cava voló ayer simultáneamente en el norte y en el sur de Álava, concretamente en Laudio y Oion.
El sorteo extraordinario de El Niño, cuyo primer premio se le resistía al territorio desde el año 1987, dejaba en apenas unos minutos un chaparrón de euros –hasta 625.000 de tres primeros premios y un tercero– con pocos precedentes cercanos en la popular rifa del día de Reyes y desataba la alegría en dos administraciones ya acostumbradas a regar de ilusión a sus vecinos y clientes habituales.
Especialmente La Casa de Resa, que es la ubicada en la segunda localidad de Álava; un despacho que desde su apertura en 1982 sumaba en su currículum varios premios importantes tanto de la Lotería de Navidad como de la de El Niño y que ayer repartió tanto el Gordo como el tercer premio de este último sorteo, que sirve como colofón a las fiestas navideñas.
El ya inolvidable número 94974 también sonrió a la administración El Topito de la Suerte de Oion, donde un vecino adquirió a través de la terminal un décimo que se ha traducido en otros 200.000 euros. Se trata de Santiago García, natural de una localidad riojana cercana, pero afincado desde hace años en el pueblo alavés.
Aunque no es lo habitual, García no tuvo reparos en exteriorizar su alegría ante las cámaras y reconocer que invertirá el premio en tapar “un agujero muy gordo”. “Juego cien décimos, del 0 al 99, y me ha tocado el primer premio”, descubría el agraciado en declaraciones a Euskal Telebista.
La Casa de Resa, que tardó horas en concretar con la delegación de Loterías la cuantía exacta de boletos vendidos tanto del Gordo como del tercer premio del sorteo, que recayó en el número 57033, despachó finalmente dos y uno, respectivamente, para un premio total de 425.000 euros.
Confeti, trikitixa e irrintzis
“La administración tenía diez décimos del primer premio y otros diez del tercero, pero no sabemos lo que se ha vendido. Es difícil saberlo con el follón que hemos tenido. Estamos pendientes de saber cuántas devoluciones ha habido”, apuntaba a media tarde a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Carlos Resa, responsable de la administración.
Apenas unas horas antes, el establecimiento que heredó de sus padres y que regenta junto a su mujer, Maritxu Agirretxe, se había convertido en una auténtica fiesta donde no faltaron el vino espumoso, el confeti, la música de la trikitixa ni los irrintzis. El mejor complemento a la fantasía que estos días han tenido como decoración en su fachada.
“Dimos el segundo premio hace unos años: 60 millones de euros. Y luego hemos dado también dos cuartos de Navidad, íntegros. Así que estamos encantados”
“Dimos el segundo premio hace unos años: 60 millones de euros. Y luego hemos dado también dos cuartos de Navidad, íntegros. Así que estamos encantados”, acertaba a recordar Resa, con la voz todavía temblorosa, mientras numerosos familiares y allegados se arremolinaban dentro y fuera de la administración ubicada en el número 2 de la avenida Zumalakarregi.
Es el despacho responsable, por cierto, de la última gran alegría para Álava en los sorteos navideños, pues repartió la friolera de 34 millones de euros en 2018.
¿Y los premiados?
“¡Viva La Casa de Resa!”, exclamaba Maritxu Agirretxe, botella en mano, mientras se sucedían los besos y los abrazos. ¿Y los premiados? “Hoy es un día complicado. Es el día de Reyes y la gente está con la cosa de los regalos. Pero a medida que vaya pasando el día, igual vamos sabiendo algo más”.
¿Alguna sospecha? “Seguro que es gente de aquí, tanto del pueblo como del valle de Ayala. Por aquí pasa mucha gente de la zona”, se arriesgaba a aventurar Resa.
"Nuestro trabajo es repartir ilusión y esta es la guinda del pastel. Así que... qué más queremos. Es una bomba"
“Es emocionante, una pasada. Está además la administración preciosa para sacar un Gordo”, celebraba, mientras tanto, Agirretxe, quien recordaba que la administración laudioarra engalanó hace ya un año su fachada por el sorteo de Navidad.
“Estamos muy contentos. Nuestro trabajo es repartir ilusión y esta es la guinda del pastel. Así que... qué más queremos. Es una bomba. El lunes esto va a ser una pasada. Los afortunados no aparecen hoy, siempre pasa lo mismo... pero luego nos lo agradecen de otra manera”, aventuraba la responsable de la administración.