Concluido el proceso participativo sobre las restricciones a implantar a los vehículos contaminantes en el Casco Viejo y algunas calles del Ensanche, el Ayuntamiento se queda, finalmente, con 29 propuestas ciudadanas consensuadas para, después, elaborar la normativa y fijar las prohibiciones.

Según el informe de propuestas consensuadas al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la mayoría son excepciones a la prohibición de entrar a la ZBE, delimitada por las calles La Paz, Ortiz de Zárate, Florida, Ramón y Cajal, Luis Heintz, Magdalena, Vicente Goicoechea y Cercas Bajas.

Es decir, son peticiones de la ciudadanía afectada para que se permita el acceso en vehículo privado a las personas residentes, pero también a los gremios de profesionales, comerciantes, hosteleros y turistas, de manera similar a como se hace hasta ahora.

Son propuestas planteadas por vecinos, comerciantes, hosteleros, repartidores, taxistas y bicicleteros, entre otros sectores afectados. En total, se presentaron 127. No obstante, hay dos, presentadas por los colectivos de comerciantes de Gasteiz On y Fedasoc y una de la asociación Ensanche XIX introducidas en el informe sin alcanzar el pleno acuerdo.

Acceso permanente

Además, se han añadido dos propuestas finales que se refieren a la propia continuidad del proceso participativo, con la intención de mantener un foro abierto con comerciantes, hosteleros, gremios profesionales, centros educativos y parking público, con el fin de ir introduciendo mejoras en la futura ordenanza que regulará la primera zona de bajas emisiones de Gasteiz.

Los planteamientos acordados hablan de que los vecinos que residen dentro de la zona de bajas emisiones tendrán permiso para acceder al perímetro de forma permanente con sus coches con la tarjeta OTA de residentes. En caso de no tenerla, se habilitará un sistema de entrada y salida permanente mediante las matrículas de sus coches. Se baraja un máximo de tres matrículas por domicilio.

Igualmente, dentro del ámbito residencial, se concederán permisos puntuales para los vehículos no domiciliados en la zona de bajas emisiones, pero que estén siendo utilizados por personas residentes. Se hará a través del una aplicación móvil, del teléfono o de forma presencial en una oficina.

Asimismo, los vecinos podrán entrar en vehículo a los garajes de su propiedad y alquilados. En este caso, con dos restricciones: que haya un solo coche al mismo tiempo dentro de la zona de bajas emisiones y que únicamente se circule para entrar y salir de los garajes, no para transitar por el perímetro acotado.

Para facilitar autorizaciones de paso a los residentes, el Ayuntamiento tendrá que rezonificar las actuales zonas OTA y hacerlas coincidir con la de bajas emisiones, y permitir a los vehículos de la nueva zona OTA-ZBE aparcar en áreas limítrofes ante la ausencia de plazas de estacionamiento en la zona. También se contempla establecer todas las plazas de la nueva zona OTA-ZBE como plazas para residentes sin posibilidad de rotación.

Apeaderos para dejar el coche

Además, el informe avala habilitar varios apeaderos para uso exclusivo de residentes (acceso las 24 horas del día los siete días de la semana); para profesionales (8.00-20.00 horas en días laborales) y para comerciantes (10.00-21.00 horas, de lunes a sábado), con tiempo límite de circulación (40 minutos) y de estacionamiento (15 minutos).

Como ubicación para estos apeaderos se barajan las calles San Antonio, San Francisco, Olaguíbel, Siervas de Jesús y Portal del Rey. No obstante, los tiempos y horarios dependerán de las condiciones de acceso a la zona de bajas emisiones que se pongan finalmente a aquellos gremios que necesitan permanecer en la zona acotada durante más tiempo con sus vehículos por la labor que desempeñan.

Implantación por fases

Las zonas de bajas emisiones tienen que implantarse en las ciudades de más de 50.000 habitantes. Deberían estar listas para enero, pero al igual que en Vitoria, en la mayoría de las urbes no van a llegar a tiempo, como ha indicado en más de una ocasión el concejal responsable de Tráfico, Iñaki Gurtubai. En cualquier caso, la ciudadanía dispondrá de un periodo de adaptación a los cambios, ya que la zona de bajas emisiones en el Casco Viejo y parte del Ensanche se implantará por fases.

Al principio no será necesario llevar en el vehículo un distintivo ambiental, ya sea azul, eco, verde o amarillo, que lo acredite como no contaminante. Transcurridos cuatro años, se analizará la situación para comprobar las mejoras obtenidas en cuanto a calidad del aire derivadas de las medidas restrictivas al paso de vehículos contaminantes.

Implantación por fases

  • Zona de bajas emisiones. La zona de bajas emisiones no nace con un objetivo sancionador, dice el Ayuntamiento de Vitoria. Habrá un periodo de adaptación al cambio para la ciudadanía.


  • Primera fase. No se pedirá distintivo ambiental alguno, ya sea azul, eco, verde o amarillo para determinar qué vehículos pueden circular por la zona de bajas emisiones. Transcurridos cuatro años, se monitorizará la situación para comprobar las mejoras obtenidas en cuanto a calidad del aire derivadas de las medidas restrictivas adoptadas al paso de vehículos contaminantes.


  • Segunda fase. Prevista para el año 2027, traerá tres cambios sustanciales. El perímetro de restricción de tráfico se ampliará a Ramiro de Maeztu, Domingo Beltrán y Coronación. Se establecerán restricciones a la circulación de vehículos, según el distintivo ambiental que tengan, aunque habrá excepciones. Y se activará la OTA ambiental, una reforma del estacionamiento de pago en superficie donde los vehículos abonarán las tarifas en base a su nivel de emisiones contaminantes. También se contempla la ampliación de la zona OTA.


  • Tercera fase. No llegará hasta 2030, fecha en la que la prohibición al paso de vehículos será mayor, según su nivel de contaminación ambiental, y se ampliará el ámbito de la OTA ambiental.


  • Filosofía. La zona de bajas emisiones quiere ser un nuevo paso en el compromiso de Vitoria con la sostenibilidad. A futuro, el reto está en acercarse lo máximo posible a los objetivos de calidad del aire que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).


  • Perímetro. Calles del Casco Viejo y algunas del Ensanche, delimitada por las calles La Paz, Ortiz de Zárate, Florida, Ramón y Cajal, Luis Heintz, Magdalena, Vicente Goicoechea y Cercas Bajas.


2024

Las zonas de bajas emisiones tienen que implantarse en las ciudades de más de 50.000 habitantes. Al igual que la capital alavesa, la mayoría no va a llegar a tiempo para enero del próximo año. Aún así, muchas están ya en procesos de implementación.

OTA ambiental

Para el año 2027 sí están previstos cambios sustanciales. El perímetro de restricción al tráfico se ampliará a Ramiro de Maeztu, Domingo Beltrán y Coronación. Se prohibirá circular a los vehículos, según el distintivo ambiental, aunque habrá excepciones. Y se activará la OTA ambiental, donde los vehículos abonarán las tarifas en base a su nivel de emisiones contaminantes.

Posteriormente, en una tercera fase, que no llegará hasta el año 2030, la prohibición al paso de vehículos será mayor, según su nivel de contaminación ambiental, y se ampliará el ámbito de la OTA ambiental.

¿Por qué no en el Boulevard?

Asociación Ensanche XIX

Dentro del proceso participativo, la asociación Ensanche XIX plantea que, como ciudad, Vitoria debe repensar por qué ha elegido como primera zona de bajas emisiones el Casco Viejo y el Ensanche, teniendo ambas tasas de emisiones contaminantes por tráfico de vehículos muy inferiores a la media de la ciudad.

Argumenta que existen en Gasteiz espacios con más movilidad de tráfico y sin restricciones como, por ejemplo, el centro comercial El Boulevard, el Parque Tecnológico de Álava y la manzana de las oficinas municipales de San Martín.

En su opinión, esta nueva restricción a la circulación en el centro se suma a otras anteriores y su efecto en el tiempo es perjudicial para el comercio y la hostelería situados en este perímetro acotado.

Contraproducente

Esta propuesta no alcanza el pleno consenso (90%) al haber participantes que entienden que lleva implícita una visión negativa de la zona de bajas emisiones, en vez de entenderla como una oportunidad.