Abre en Vitoria una panadería única con turrones y roscones 100% artesanos
Aintziñe, una joven emprendedora alavesa, toma el relevo de Alfonso en la calle Badaia con mucha ilusión y aportando ideas nuevas y pioneras a la histórica pastelería
Muchas horas de trabajo tras el mostrador y años en el obrador haciendo tartas, pasteles, galletas y dulces que ha probado medio Vitoria.
Hasta que Alfonso decidió que se jubilaba. Y el año pasado bajó la persiana.
Vitoria se despide de una de sus históricas pastelerías
El 30 de noviembre de 2022 este auténtico paraíso de la repostería tradicional y artesanal apagó sus hornos tras años endulzando a miles de vitorianos con trufas, pastas de té y bombas de crema.
Pero ha sido poco tiempo con el negocio cerrado. Ubicado en la calle Badaia, muy cerca de otro clásico en la capital alavesa como es el Asador Argote, la histórica pastelería Los Artesanos que echó el cierre por jubilación ha encontrado el relevo generacional que necesitaba.
Esto es lo que esconde el pan que elaborará dos días una histórica panadería de Vitoria
Aintziñe, una joven de Agurain que vive en Moraza, un pequeño pueblo de Trebiño junto a Peñacerrada, se ha puesto al frente del negocio, que ha pasado a llamarse Artisauak (en euskera, artesanos).
Con muchas ganas y mucha ilusión, ha tomado el relevo de Alfonso pero eso sí, siguiendo su propio criterio y aportando ideas nuevas y pioneras al negocio.
La joven emprendedora alavesa, que cuenta con la ayuda de otras dos compañeras, se levanta muy pronto todos los días para llegar desde Trebiño a Vitoria sobre las cuatro de la mañana para empezar a hacer el pan.
Esta es precisamente una de las novedades que ha incluido Aintziñe, que trabaja en un obrador inmenso en la calle Badaia desde donde entra luz natural casi todo el día: la venta de pan, porque ha reconvertido la tradicional pastelería en una panadería y pastelería, todo 100% artesanal y con masa madre.
Todo artesano y con masa madre
Pan único, artesano y con masa madre. Una idea que tenía desde el principio, desde que se formó en la Escuela de Gamarra y desde que tomó la decisión de convertir su afición en su profesión.
"Lo que tengo claro es que voy a trabajar para hacer un producto totalmente artesanal. Y estamos integrando materias primas ecológicas a nuestra producción, como por ejemplo la harina", explica una ilusionada Aintziñe mientras prepara la masa madre para el pan que al día siguiente venderá a sus clientes.
De cara a las Navidades, ya están trabajando con los turrones y los roscones que venden en la tienda abierta hasta las tres de la tarde de martes a domingo, con un mostrador lleno de bollería, palmeras, croasanes y pan.
Recibe pedidos para tartas, hacen granola que triunfa en los desayunos, y sus croasanes son muy especiales, "tipo franceses, sin utilizar nada de margarina, solo mantequilla, al igual que en los hojaldres de las palmeras".