Las organizaciones UAGA y UPA manifiestan el enfado general del sector productor por la situación que ha generado el sistema implantado por el Consejo Regulador de la DOC Rioja. Este reside en el control de la producción, donde se ha utilizado un software que analiza imágenes satelitales e inteligencia artificial para la detección de rendimientos en el campo. Las organizaciones denuncian que este se ha aplicado “tarde y con manifiestas discordancias”.
Según la circular del Consejo en las que se informaba de las Normas de Campaña, se indicaba expresamente lo siguiente: “Con carácter general, la revisión de las parcelas se realizará en fechas próximas al envero mediante la aplicación de un modelo de monitorización y predicción de la producción basado en Inteligencia Artificial”. UAGA y UPA explican que las primeras comunicaciones a los viticultores de La Rioja han tenido lugar a las puertas de la vendimia.
Por lo tanto, creen que la comunicación tardía a los viticultores hace que prácticamente no dispongan de tiempo para el aclareo de racimos en sus parcelas. Para las citadas organizaciones, el plazo entre la notificación y la fecha límite para actuar es insuficiente. Afirman que las notificaciones tienen que dejar un plazo razonable que permita a los viticultores organizar sus labores con antelación y poder gestionar su tiempo compaginando sus otras tareas agrícolas con su vida personal.
En las fechas actuales, afirman que la falta mano de obra para realizar el aclareo es latente. El personal se encuentra trabajando con otras campañas frutícolas o algunos incluso vendimiando.
Afirman que el aclareo de racimos a escasos días de la vendimia puede tener consecuencias en la calidad final de las uvas y por tanto, en los vinos de la comarca. Al quitar uvas, se pueden producir cortes y heridas en los racimos restantes, facilitando la propagación de enfermedades. Una de ellas es la Botrytis. Esta se puede dar sobre todo en condiciones de alta humedad, como la esperada en los próximos días.
Las entidades creen que el sistema de detección "carece aún de la precisión necesaria y requiere de mucha mejora". La predicción de producción basada en inteligencia artificial no ha resultado fiable en muchos casos. Esto lo han visto generalmente en parcelas afectadas por heladas o pedrisco y en viñas con mayor vegetación.
Desde UAGA y UPA manifiestan que las medidas estructurales que establece el Consejo Regulador, las cuales que representan un sobrecoste para el viticultor, deben repercutir al alza en el precio de la uva, puesto que según ellos, los viticultores llevan soportando los últimos años unos precios por debajo de costes de producción.