¿En qué va a pensar cuando abra la cortina y se asome a la plaza?
En llegar arriba como sea. Lo complicado será cuando estemos en la balconada, que eres la estrella del momento y todo el mundo está pendiente de ti. Sabes que es la última; lo sabes. Pero es algo que te llevas en el recuerdo. He tenido la gran suerte de vivir esto.
¿Y en el futuro?
Seguir saliendo de blusa. Vienen mis hijos detrás y ya estas fiestas saldremos juntos.
Aunque deje de encarnar la figura, seguirá siendo Celedón.
Como Landa o Isasi. Con el tiempo, los que vengan detrás ya no me conocerán porque esto va en generaciones. Pero yo todavía voy por la calle con Iñaki y le llaman Celedón.
Hay que elegir un relevo.
La única pega que he puesto en todo lo que han hecho es que me parece escaso que quien encarne la figura de Celedón lo haga solo durante cinco años. Entiendo que sea más participativo, pero cinco años... No te da tiempo. Cuesta poner cara y a mí los primeros años muchos me seguían llamando Iñaki. Cuando quiera empezar a disfrutar del personaje se va a tener que marchar. Es la única pega que les puse, lo demás me parece todo correctísimo. El trabajo ha sido laborioso y bien hecho, además con todas las votaciones por unanimidad.
Se ha abierto la puerta a que una mujer encarne a Celedón.
Lo único que cambia es la persona que va dentro del traje. El traje va a ser el mismo. Va a ser una neska encarnando a Celedón. Hay que ir con los tiempos. Hay mucha gente que te dice... Seguro que cuando esto empezó hubo mucha gente que se rasgó las vestiduras y nadie imaginaría hoy unas Fiestas de Gasteiz sin Celedón. Esto supone actualizar e ir a la par de la sociedad. Blanca Gasteiz será la nueva Celedón. Y va a ser así. Antes no veíamos a las neskas en las cuadrillas y vete a preguntarles ahora a los chavales cómo lo ven, que seguro que se extrañan por la pregunta. Todo va cambiando.
Le tocará ejercer de padrino.
Si quien salga elegido quiere, como las tradiciones que nosotros tenemos. Yo a Iñaki le admiraba y estoy encantado de que esté conmigo en el piso, pero la siguiente persona decidirá qué quiere hacer. Iñaki es casi como parte de mi familia. Cada uno le tiene que dar su impronta.