¿Qué va a suponer para la investigación científica que se realiza en Álava sus nombramientos como directoras en el CIBER?

–Que de 13 direcciones científicas que tiene el CIBER dos hayan recaído en Bioaraba es un éxito y me parece muy importante por muchas razones: nos va a dar mayor visibilidad, indica que en Bioaraba hay un muy buen nivel y va a ser de gran utilidad para abordar con mayor facilidad los objetivos que tenemos planteados, que están en total sintonía con los de CIBER.

¿De cuáles estamos hablando?

–El objetivo de Bioaraba es impulsar y coordinar la investigación y la innovación sanitaria traslacional de excelencia. Lo que se pretende es que la ciencia no se quede en la pura ciencia, sino que todo lo que hagamos redunde en beneficio de la sociedad. Y también, implicar a grupos básicos y clínicos para hacer una investigación más avanzada. La clave es generar una asistencia sanitaria de mayor eficacia y que todo redunde en la salud de la población.

Superados unos tiempos tan difíciles en lo que a la salud se refiere. ¿Por qué sigue siendo tan importante invertir en investigación?

–Con la pandemia, la gente ha sido consciente de que es fundamental investigar. Se ha visto más claro. Porque si no investigamos, no vamos a avanzar como sociedad. Cualquier cosa que queramos desarrollar, sea en el ámbito que sea, requiere de investigación. Y en el campo la salud, hay que tener en cuenta que cada vez vivimos más años, lo que implica más riesgo de desarrollar patologías. Invertir en salud es fundamental.

¿Y en el ámbito de la obesidad?

–La obesidad es un problemón de salud pública tremendo. Tenemos una prevalencia altísima, tanto en países desarrollados como en otros en vías de desarrollo. Por ejemplo en México hay un problema enorme. La obesidad, y todas sus complicaciones, que son muchas, antes era un problema de personas adultas. Uno se hacía obeso y desarrollaba diabetes, hipertensión o hígado graso a cierta edad, pero ahora tenemos un problema serio de obesidad infantil. Tenemos muchos niños con diabetes tipo 2, con hipertensión o con hígado graso. Investigar en nutrición y en obesidad en general es muy importante. El problema ya lo tenemos. Tenemos que solucionarlo y evitar que esto siga al ritmo que va. La mejor solución para un problema es que no ocurra. Y al hablar de obesidad, la prevención es mucho más exitosa e incluso económica para el sistema de salud.

Tres de los cuatro nuevos nombramientos del CIBER han sido mujeres. ¿Otro motivo de orgullo?

–Sí, porque las mujeres a lo largo de la historia lo hemos tenido mucho más difícil. La investigación no es el ámbito donde estemos más desfavorecidas, pero sí es verdad que cuando yo entré en el CIBER hace 12 años la mayoría de los investigadores principales eran hombres. Conforme se está produciendo el cambio generacional, las nuevas investigadoras principales sí están siendo mujeres. Poco a poco vamos mejorando, aunque aún falta mucho. Son pasos adelante por los que tenemos que felicitarnos como sociedad y país.