Todavía en su despacho de la anterior legislatura, con una fotografía de su padre acompañándole sobre la mesa, Etxebarria no oculta esa emoción, ni tampoco la sensación de responsabilidad.

¿Cuáles son sus primeras impresiones tras su proclamación como alcaldesa?

–Es un gran orgullo y una satisfacción enorme, así como una gran responsabilidad, el poder ser la primera alcaldesa de Vitoria. Es un hito histórico. La verdad es que me encuentro muy bien, con muchas ganas de trabajar.

Llegó al Ayuntamiento hace cuatro años y ya es alcaldesa, ¿cómo lo vive?

–Yo he sido autónoma, he creado mi propia empresa, he trabajado en la empresa privada, y creo que eso ha ayudado también a la hora de aportar una visión diferente en el Ayuntamiento.

Ha hecho en su discurso de proclamación especial hincapié en la igualdad. ¿Qué fotografía proyecta Vitoria con su primera alcaldesa y todas las portavoces mujeres en un contexto político con discursos como el de Vox?

–La fotografía de Vitoria que hoy se proyecta es un momento histórico en el que se está dando un paso muy importante en materia de igualdad, y tiene que ver mucho con la justicia social. Yo hoy me he acordado especialmente de mi padre, que se sentiría muy orgulloso de que hubiese por fin una alcaldesa en el Ayuntamiento de Vitoria porque él siempre trabajó y defendió los derechos de las mujeres.

¿Cuál va a ser la primera medida de su gobierno?

–Lo he mencionado en el discurso, lo primero que quiero hacer, y es ya inminente, es conformar cuanto antes el acuerdo de gobierno con el PNV para poder comenzar cuanto antes a trabajar y no perder un solo minuto. Hay un acuerdo de gobernabilidad PSE-PNV a nivel de Euskadi y lo quiero bajar ya a tierra para no perder ni un minuto.

¿Están manteniendo ya contactos al respecto?

–Sí, la relación con el PNV es muy cordial. Siempre nos hemos entendido. Somos dos partidos muy diferentes pero por el bien de la ciudadanía hemos sabido negociar y ponernos de acuerdo.

Ha insistido también en su mano tendida a acuerdos con la oposición. Con doce concejales de 27 el reto parece importante, ¿hacia dónde cree que se encaminarán esos pactos?

–Venimos de una de las legislaturas más duras de la democracia, con la pandemia, con la invasión de Putin en Ucrania. Y tengo en cuenta que va a ser una legislatura complicada, pero es que la gente de izquierdas tampoco lo hemos tenido nunca muy fácil. Este Ayuntamiento lleva gobernándose en minoría más de 20 años y con esfuerzo y dedicación todo es posible. Yo me voy a dejar la piel por llegar a los mayores acuerdos y consensos posibles en diferentes materias con los otros partidos.

Una vez se conforme el nuevo gobierno municipal, ¿cuáles son las prioridades en la agenda?

–Lo que priorizamos es el acuerdo de gobierno y veremos las competencias que tiene cada grupo y la estructura y organización de los equipos. A partir de ahí, los retos que tenemos conjuntos: un reto demográfico, atención a los mayores y las personas más vulnerables y la apuesta por el emprendimiento, la innovación y para atraer muchas inversiones a Vitoria. Y que todos sintamos esa especie de orgullo interior, que yo llevo siempre, ese orgullo de ciudad, de esta ciudad que enamora, viva, moderna, cosmopolita, internacional.

Elkarrekin le ha reprochado el apoyo del PP...

–Elkarrekin ha sido el primero que se ha querido salir del raíl; en ningún momento quería gobernar con el PNV, era una línea roja, porque prefiere a Bildu. Y con la izquierda abertzale y con el PP las diferencias son abismales por motivos obvios.

Pese a ese escenario, confía en llegar a acuerdos.

–Por supuesto. Una cosa es gobernar, que yo voy a gobernar con el PNV, y a partir de ahí buscaremos todas las posibilidades de acuerdos para llegar a mayorías y dar soluciones a los problemas de la ciudadanía. El PSE con el PNV la pasada legislatura hemos llegado a grandes apuestas conjuntas, como fue debido a la pandemia apostar por la salud, por los servicios sociales y por la reactivación económica.

Dentro de cuatro años, cuando hagamos balance de la legislatura, ¿qué proyecto le gustaría haber materializado? ¿En qué le gustaría que hubiese cambiado Vitoria?

–No tengo bola de cristal, pero sí tengo un deseo, que mucha gente compartimos, y es que se acabe la violencia machista.