Abrir un nuevo local en Vitoria puede resultar todo un reto. Sin embargo, todavía hay personas que apuestan y emprenden con nuevos negocios en la capital alavesa. Tal es el caso del nuevo taller del barrio de Zaramaga, creado y dirigido por una joven gasteiztarra.
Zaramaga dio la bienvenida el pasado mes de abril a un nuevo comercio. Se trata de un taller de fabricación de órtesis y prótesis a medida. Situado en la calle Reyes de Navarra, AK Órtesis Prótesis es un espacio fundado y liderado por la técnico ortoprotesista gasteiztarra Alba Cáceres Gómez, que cuenta con una con una corta, pero intensa, trayectoria profesional.
Fabricación a medida
AK Órtesis Prótesis es un taller donde se fabrican prótesis a medida para amputados u órtesis de todo tipo, ya sean plantillas, corsés, órtesis craneales (cascos) y D.A.F.O entre otros, señala la profesional.
"Normalmente, las ortopedias son tiendas con talleres o simplemente tiendas. En mi caso, es un taller y adapto mis aparatos", señala la profesional. Quiero que mis pacientes vivan una experiencia diferente en mis instalaciones, que se sientan cómodos, apunta.
Trayectoria profesional
Tras finalizar sus estudios de ortopedia y productos de apoyo en Gasteiz y realizar las posteriores prácticas en una empresa sevillana, la joven vitoriana acudió hasta Ecuador para ofrecer ayuda a las personas amputadas a causa del terremoto que se produjo en aquel entonces. “Decidí acudir a Ecuador tras mis prácticas para ayudar y aprender al mismo tiempo”, explica Cáceres.
Meses más tarde, comenzó a trabajar en un taller centrado en la fabricación a medida de ortopedia en Bilbao, donde empezó subir vídeos a redes sociales mostrando el proceso de fabricación de prótesis. “Esto tuvo mucho éxito, sobre todo en Instagram, a la gente le gustaba ver vídeos en los que aparecía el paso a paso de este trabajo”, apunta Cáceres.
Taller en Vitoria
En la capital alavesa, decidió poner en marcha su propio proyecto personal: crear un taller ortoprotésico de fabricación a medida en Gasteiz. “En Febrero de 2022 comencé a buscar locales para darle forma al proyecto. Fue un duro trabajo que se alargó hasta septiembre de ese mismo año”, narra la joven gasteiztarra.
Las confusiones con los gremios, la falta de presupuestos y coordinación, la ignorancia ante nuevas situaciones que debía gestionar así como el aumento de los precios, convirtieron su proyecto en un reto complicado de afrontar.“Ha sido uno de los logros más difíciles y a la vez más satisfactorios de mi vida”, confiesa. Aunque asegura, que solo es el principio.
Cáceres afirma que encontró el local de Zaramaga por pura casualidad, algo de lo que está muy agradecida. “Zaramaga, sin duda, pasó a ser mi barrio. Un barrio típico vitoriano en el que me siento a gusto”.
