La pareja de Ismael M., el acusado de matar a Ander, confirmó la agresividad de éste, no solo con Ander, sino una violencia que el acusado ejercía con “todo el mundo”.

La Audiencia Provincial de Álava ha celebrado la segunda jornada del juicio contra Ismael, acusado de matar el 23 de julio de 2020 a su amigo Ander en un polígono abandonado.

Por esta acusación, Ismael se enfrenta a la prisión permanente revisable, por asesinato con alevosía. En esta segunda jornada, la pareja del acusado y otras cuatro personas más declararon ante la jueza y el jurado popular y confirmaron que Ismael habría confesado el crimen el mismo día de los hechos y que solía estar agresivo y enfadado frecuentemente.

“(Ismael) estaba mal, todo el día drogado y bebiendo, muy agresivo con la gente y consigo mismo (...) No me llamó la atención cuando apareció por la noche ensangrentado ya que tenía peleas a diario”.

Con estas palabras, Yanabi, su pareja, aseguró que cuando estaba drogado “abusaba de todo el mundo”, incluso discutía frecuentemente con su propia madre, le “rompía cosas y le gritaba. Si consumía, se enfadaba todo el día”. En este sentido, también quiso recalcar que el acusado pidió tratamiento en el centro de desintoxicación de día (Cota), “pero no le hicieron caso y solo le daban medicación”.

Sobre la relación que mantenía con la víctima, la mujer detalló que ambos se conocían desde hacía un año antes de los hechos y “quedaban para drogarse”. Rompieron la relación, no obstante, en mayo de 2020 “porque tuvieron problemas y dejaron de ser amigos”, pero volvieron a hablar el día del asesinato, el 23 de julio. Por otra parte, relató que, en alguna ocasión, el acusado “abusó” de la víctima al que “obligaba a beber”.

Siguiendo la línea de defensa que expuso el abogado de Ismael el miércoles, primer día del juicio, Yanabi también relató que el día del asesinato el acusado y la víctima se drogaron en casa consumiendo ambos de manera voluntaria distintas pastillas, ella tras ver esta situación los echó de la casa y ambos salieron de la vivienda, “colocados, pero bien”. Ya no volvió a encontrarse con su pareja hasta la noche, tras el asesinato de Ander, cuando apareció “muy alterado”.

“Estaba con sangre, pero no me llamó la atención”, según declaró, debido a las frecuentes peleas de Ismael. Fue poco después de entrar en casa, cuando el acusado le habría confesado todo a su pareja: “Me dijo lo he matado, pero no me dijo a quién”. De esta manera, la mujer defendió que Ismael habría confesado el crimen desde el primer momento pero que anteriormente ya había pedido ayuda para tratar su agresividad y, especialmente, su adicción a las drogas.

Drogado “a la fuerza”

Tras su declaración, distintos testigos tomaron la palabra. Entre ellos, un joven –amigo del acusado y de la víctima– aseguró que estuvo con ambos momentos antes de los hechos, cuando se encontraron en la plaza Llodio. Según recordó, Ismael “obligó” a Ander a tomarse una pastilla metiéndosela a la fuerza en la boca y dándole alcohol después para que se la tragara, a pesar de su oposición.

Le obligó a beber cuatro o cinco veces” pese a que la víctima le decía que “no quería más”, le apartaba con la mano y ya no podía estar de pie. Tuvo que refrescarse en la fuente de la plaza para espabilarse un poco”. Por la noche, este testigo volvió a encontrarse con Ismael, pero ya no estaba acompañado del amigo y además, lucía la ropa llena de sangre. “Llegó a la plaza muy nervioso y lleno de sangre. Nos dijo que había matado a un chaval y como nosotros somos muy así, nos acercamos a verlo y vimos el percal”, detalló.

Otro tercer testigos también confirmó esta versión añadiendo que Ander había sido drogado “a la fuerza” por Ismael en presencia de ellos y que, además, “le utilizaba de mula” ya que le decía que llevara él “la droga y la navaja para que a Ismael no le pillaran nada. Lo tenía bajo su dominio y lo manipulaba”.

“La situación de Ander tras ingerir pastillas pasó a ser preocupante”, valoró. Cabe destacar también que, para dejar constancia del estado de Ander tras el consumo de las pastillas, la Fiscalía aportó varios vídeos de las cámaras de seguridad del centro comercial El Boulevard que muestran a la víctima andando “a tumbos” junto al acusado.

De esta manera, la Fiscalía demostró “el evidente estado de embriaguez”, debido a las sustancias tóxicas ingeridas. “No se tenía ni en pie”, añadió otro testigo. Por todo esto, lo que ayer quedo claro es que debido a su estado, Ander no pudo defenderse ante la agresión mortal: “Era imposible que se pudiera defender por cómo estaba”, fueron las palabras de afirmación del último testigo.

Una supuesta amistad

Otro de los aspectos que se están estudiando y que han sido parte de la investigación, es precisamente la relación que tenían la víctima y el presunto asesino.

¿Eran amigos o simplemente Ismael utilizaba a Ander en su beneficio? Todavía no ha quedado probada la respuesta y si bien Ismael defiende una amistad sincera entre ambos y mostró el miércoles su arrepentimiento por el crimen asegurando que “no me lo voy a poder perdonar nunca”, lo cierto es que los testigos que aportaron ayer sus valoraciones personales no opinaron en esa línea.

Cabe destacar, por ejemplo, que uno de los testigos incluso llegó a decir que Ismael “se reía un poco” de Ander. “Le decía haz esto y lo hacía”. “Le tenía bajo su dominio, le manipulaba un poco. Ander se dejaba llevar. Por mucho que dijeran que eran amigos, yo no veía que era una relación de amistad”, valoró el testigo.

Otros amigos aseguraron que Ismael obligó a Ander a consumir drogas y a beber alcohol en presencia de ellos, indistintamente de si anterior a ese hecho Ander se hubiera drogado voluntariamente o no, al menos, en esa ocasión, Ander sí fue obligado a drogarse, según los testigos.