A plena luz del día, el alumnado del colegio San Prudencio de Vitoria está teniendo estos días la oportunidad de contemplar las estrellas desde su centro educativo, ya sea mientras están tumbados, con sus brazos flexionadas y sus manos apoyadas en las nucas, a modo de almohada, o bien sentados, pero sin pestañear, gracias a un planetario que ha construido el alumnado de 3º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Una experiencia astronómica para disfrutar, pero también para aprender.

Los aproximadamente 80 estudiantes que tiene este curso son los que los que realmente se han puesto manos a la obra para hacer realidad este proyecto que parte de la asignatura de Tecnología: desde la ardua tarea que les supuso buscar el mejor cartón, que finalmente tuvo que venir de Vigo (Galicia), al diseño milimétrico de las piezas que conforman su estructura para conseguir que todas ellas encajaran a la perfección.

Sin embargo, de esta iniciativa también están participando los de Infantil y Primaria, a quienes los de Secundaria están enseñando de primera mano el planetario, para que los niños y niñas más pequeños puedan disfrutar de la experiencia de ver estrellas y planetas, teniendo en cuenta la filosofía cooperativa de este centro educativo que lleva por bandera el trabajo en equipo.

El proceso

Como explica Jon Arranz, uno de los profesores que propuso hacer este planetario, en las clases de Tecnología los alumnos y alumnas de la ESO prepararon unas pequeñas maquetas del planetario que serían usadas de modelos para construirlo más tarde. Tras hacer las maquetas, midieron y cortaron diferentes piezas de cartón en triángulos y cuadrados para formar luego los hexágonos y pentágonos que más tarde serían la cúpula y la base de nuestro planetario. Tras cortar más de 120 triángulos se pusieron a construirlo.

Eso fue hace dos semanas. “El proceso del montaje les llevó varias horas y mucha planificación, ya que tuvieron que empezar por el tejado e ir bajando hasta hacer la base. Se construyó en un día pero toda la planificación previa les llevó mucho tiempo, como medir las piezas o la búsqueda del cartón”, recuerda Arranz.

Una vez construido, los niños y niñas de Infantil y Primaria han ido pasando por el planetario a observar la construcción y ver un vídeo del cielo nocturno como si estuvieran en un planetario de verdad, ya que en su interior se les proyecta el firmamento.

En esta exposición, los alumnos de la ESO les explican cómo lo han hecho, les enseñan las maquetas que hicieron, a modo de entrenamiento, y les muestran el planetario.

"Crear para unir"

“Creemos que es algo novedoso, algo que no se ha hecho por aquí cerca y algo digno de enseñar, no sólo la construcción en sí, si no el hecho de que alumnos de la ESO sean capaces de preparar algo para los más txikis. Ha sido crear un proyecto para unir, así que la valoración que hacemos de este proyecto es excelente. Los chavales han estado motivadísimos. Les ha encantado. Solo hay que ver cómo les explicaban el planetario a los más pequeños.Es lo bien que han trabajado y la satisfacción de sentirse útiles”, destaca.

El planetario está abierto a toda la comunidad educativa porque desde el viernes pasado se ha comenzado también a mostrar al personal del centro y a las familias. Toda una clase bajo las estrellas.