Un tercio de los vecinos de Judimendi tiene problemas este invierno para pagar las facturas de energía y más del 90% tiene que cambiar sus hábitos de consumo debido a la desorbitada subida de los precio de luz y gas, según la encuesta realizada por la red de solidaridad del barrio Batuta. Por ello, el barrio apagará las luces y el vecindario se echará a la calle el día 12 de enero para denunciar el encarecimiento de la vida y, en especial, el de la energía.

Bajo el lema Hotzez baina sutan/ Quemadxs pero sin cale, la manifestación-apagón partirá a las siete y media de la tarde de la plaza del Médico Tornay de Judimendi.

De esta forma, Batuta cierra la dinámica desarrollada para dar una respuesta comunitaria a la problemática de la energía. “Si no podemos hacer frente a la factura de la energía no es un problema individual sino estructural y nos afecta a la mayoría; por lo tanto, la respuesta también debe ser colectiva”, apunta.

La subida del precio de la energía ha generado conflictos vecinales en Judimendi, como el aumento de las cuotas de las comunidades de vecinos, discrepancias sobre el horario de encendido de las calderas comunitarias, problemas a la hora de renovar o modifica el contrato con las empresas energéticas, etc. “En general, percibimos que nos encontramos ante un proceso de individualización de esta problemática que busca debilitar la respuesta colectiva”, censura Batuta.

Movilización: 12 de enero de 2023. El vecindario de Judimendi marchará en manifestación a partir de las 19.30 horas con salida y llegada en la plaza del Médico Tornay y las luces de comercios, bares y casas se apagarán a su paso.

Además de la movilización habrá un apagón, ya que se ha pedido a las viviendas, bares y comercios de las calles por las que pasará la protesta que apaguen la luz. “Pretendemos hacer ver las dificultades que tenemos para pagar la energía, y que mientras que los vecinos tenemos dificultades para pagar un bien básico como éste, las grandes empresas energéticas han acumulado enormes beneficios”, denuncia el colectivo.

Ante esta situación, añade la red de solidaridad de Judimendi que “sabemos que las soluciones no están a nivel de barrio, pero sí que creemos que es el momento de poner la primera piedrita”. En este sentido, “tenemos claro cuál es nuestro marco de influencia y somos conscientes de que tendremos que incidir con otros agentes y en otros marcos para conseguir esos objetivos”. Por ello, “mostramos nuestra total disposición a colaborar con otros agentes e invitarles a participar en esta movilización vecinal”. Y es que, su intención es que se sumen a la protesta vecinos de otros barrios de Vitoria.

En cuanto al papel de las instituciones públicas, “la autoridad política deberá decidir dónde se sitúa: sucumbir al oligopolio energético o favorecer lo común y los intereses y necesidades comunes. La primera opción sería seguir como hasta ahora, mientras que la segunda supone una transformación en las formas de hacer, participar y en el papel que se otorga a la comunidad”, considera Batuta.

“Somos conscientes de las dificultades que trae consigo el debate en torno a la energía y sabemos que las soluciones no son fáciles, pero creemos que pueden ser pensadas y puestas en marcha colectivamente; creemos que la única manera de dar un cambio de rumbo es recuperar el control comunitario sobre un bien básico como es la energía”, piensa Batuta.

Situación "grave"

Y es que, mientras la situación de los vecinos es así de “grave”, recuerda la red de solidaridad de Judimendi que empresas como Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol, Cepsa, etc., han aumentado sus beneficios con respecto al año pasado en los tres primeros trimestres del año 2022.

De ahí que, frente a quienes dicen que las causas de esta problemática están en la guerra, en la pandemia, en el aumento del precio de la energía y de otras materias primas y en los cuellos de botella que se generan en las redes de producción y distribución internacionales, desde Batuta indican que “esta situación no es coyuntural, es estructural y es consecuencia directa del sistema capitalista; estos acontecimientos sólo han puesto de manifiesto la debilidad estructural del sistema capitalista para garantizar las condiciones materiales de las clases populares”, concluye Batuta.