La comunidad de las monjas Dominicas Contemplativas de Vitoria abre las puertas de su casa para celebrar una efeméride especial. Este año se cumplen 500 años de la consagración de la iglesia del convento de la Santa Cruz, ubicado en la calle Pintorería, en pleno Casco Histórico de Vitoria.

Se trata del único convento conservado en la actualidad ubicado en la parte vieja de la ciudad. Además, está declarado monumento histórico-artístico desde 1984.

Este convento, del siglo XVI, fue dotado de una iglesia bajo el coro del templo, levantándose en el año 1522. Es de estilo tardogótico y se compone de una sola nave de tres tramos entre contrafuertes exteriores y con una rica bóveda de crucería. El tramo de bóveda más elaborado corresponde al del presbiterio, justo encima del altar, donde terceletes y combados dibujan una preciosa y trabajada estructura geométrica en forma de rosa. 

El retablo mayor, adosado a un ábside de tres lienzos, es una obra barroca del siglo XVIII. 

Esta iglesia conventual tiene varios elementos artísticos y religiosos de gran valor, entre los que destaca el lignum crucis, es decir, una reliquia de una astilla de la misma cruz en la que murió Jesucristo, según la tradición. Todos los 14 de septiembre, esta reliquia se expone en el altar mayor del templo con una celebración especial por ser la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, titular además de este convento.

Custodiado por las monjas Dominicas

Por ello, las monjas dominicas que custodian, viven y rezan desde hace décadas en este complejo religioso, han organizado una eucaristía de acción de gracias por estos 500 años. Será mañana miércoles, día 14 de septiembre, a las 20.00 horas y estará presidida por el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde.

Sor Carmela, superiora de esta comunidad dominica compuesta por cinco religiosas, se muestra muy alegre por celebrar esta efeméride. “Queremos dar gracias a Dios por su obra en medio de nuestra ciudad de Vitoria, por estos cinco siglos. Queremos seguir entre vosotros, orando desde nuestra vida contemplativa, nuestra razón de existir”, indica. 

La asistencia a esta eucaristía será libre hasta completar el aforo.