El sector turístico ha sido uno de los grandes damnificados por la pandemia, pero durante este último año empieza a levantar la cabeza y afrontar tanto este ejercicio como los años posteriores con optimismo. Las cifras de este verano ya son similares a las de 2019, último año precovid, en el que el turismo obtuvo muy buenos números en el territorio alavés. Una recuperación que traslada ilusión y esperanza para seguir incluso creciendo en años venideros.

Los hoteles esperan una ocupación del 75% para las fiestas de Vitoria

En este camino, son imprescindibles eventos como el Azkena Rock Festival y el Ironman, que son los dos únicos que consiguen colgar el cartel de completo en los establecimientos hoteleros de la ciudad. Un escalón por debajo se sitúan las fiestas de la Virgen Blanca que, por una parte, cuentan con un pequeño grupo de visitantes adeptos al jolgorio de la capital alavesa y, por otra, se beneficia del movimiento normal de turistas que tiene ya de por sí el mes de agosto.

Buena Ocupación

Las expectativas son “buenas” de cara al 4 y 9 de agosto, sobre todo en los cuatro primeros días de fiesta al enlazarse con el fin de semana, por lo menos así lo han trasladado los profesionales consultados por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. La directora del Hotel NH Canciller Ayala, Gema Guillerna, asegura que rozarán “el completo los días 4, 5 y 6” y, aunque “todavía es pronto” para saberlo, espera un mes de agosto “similar” al de 2019. “Todavía hay habitaciones disponibles” para el periodo festivo, “pero quedan dos semanas, así que soy optimista”, expone. Un ánimo que también comparte la directora del Hotel Silken Ciudad de Vitoria, Leyre Aramburu, quien estima una “muy buena ocupación” para fiestas al tener ya reservado “el 75%” de su capacidad de cara al 4 y 5 de agosto. Aramburu augura que el próximo mes “va a ir muy bien” con previsiones cercanas al “95% de ocupación” que consolidaría los buenos datos con los que su establecimiento va a cerrar este mes de julio al “96%” de su capacidad. Por su parte, la directora del Hotel Jardines de Uleta, Elena Martín, manifiesta que ya tiene reservadas “entre el 50 y el 60%” de sus habitaciones para fiestas y el “40%” en el resto del mes. Unas cifras que aumentarán según vaya acercándose la festividad y animadas por las “reservas de última hora”. Martín cuenta que, en su caso, los turistas “alargan más su estancia” al utilizar Vitoria como campamento base para visitar otras ciudades y provincias del entorno.

Efecto tractor

A pesar de estas buenas perspectivas, las tres directivas convienen en afirmar que las fiestas de la Virgen Blanca no son un imán turístico ni tienen la influencia de otros eventos culturales y deportivos como el Azkena y el Ironman. “Son eventos diferentes que no se pueden comparar. En el caso del Azkena, Ironman y los congresos se necesita de una anticipación previa y todo se reserva muy de antemano, en cambio en fiestas todo es más improvisado o se trata de turistas de paso hacia otras rutas”, aclara Guillerna. “Muchas veces los viajeros vienen a Vitoria sin saber siquiera que son fiestas en la ciudad”, complementa Aramburu.

Cambio de hábitos

La pandemia y las restricciones asociadas a la misma han conllevado cambios a todos los sectores de la vida y el turístico no es una excepción. Con los nuevos tiempos, “las reservas son cada vez más tardes, casi a última hora”, lo que hace más difícil la planificación de los establecimientos hoteleros. Hay “una mayor improvisación” a la hora de viajar y también temor a que pueda explosionar “una nueva ola” del virus que “te chafe” las vacaciones.

La pandemia ha marcado un punto de inflexión en los modelos de consumo y los turistas viajan ahora a destinos más cercanos que antes, dentro del Estado o en su propia comunidad. Un turismo mucho más de proximidad y cercanía que prioriza su bienestar y el de su entorno en general. l

Turismo

Buenas expectativas. El sector hotelero de la capital alavesa tiene buenas expectativas de cara a la llegada de visitantes durante las próximas fiestas de la Virgen Blanca. Varían las ocupaciones en función de los hoteles, pero todos ellos tienen ya las reservas por encima del 60% para los primeros días festivos que coinciden con fin de semana y se muestran optimistas a poder incluso estar cerca del completo al quedar todavía dos semanas para su celebración.

Azkena y Ironman. Aún así, los establecimientos hoteleros reconocen que La Blanca no tiene el efecto tractor que suponen otros eventos como el Azkena Rock Festival, el Ironman y los actos congresuales. En agosto hay visitantes fieles al jolgorio vitoriano, pero la mayoría vienen sin saber que son fiestas. Por su parte, el público del Azkena y los deportistas del Ironman reservan y planifican su estancia en la ciudad con mucha antelación. Estos dos eventos son los únicos capaces de colgar el cartel de completo en la ciudad.

Cambio de Hábitos. La pandemia ha modificado los hábitos en la forma de viajar. Ahora se reserva todo casi a última hora.