Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
Una Virgen Blanca desierta a las 6 en punto
JORGE MUÑOZ
Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
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Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
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Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
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Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
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Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
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Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
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Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
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Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.
Los vitorianos han respetado el llamamiento institucional a no celebrar unas fiestas suspendidas este año por el coronavirus y no se han acercado a una plaza en la que tradicionalmente se congregan más de 40.000 personas para seguir el descenso de Celedón con el que comienzan las fiestas.