Correos se ha comprometido este miércoles a acometer una "contratación sin precedentes" para cubrir al 100% las ausencias por vacaciones en julio con el fin de garantizar que la ciudadanía pueda votar por correo en las elecciones generales del próximo 23 de julio.
La compañía ha emitido un comunicado después de que los sindicatos hayan reclamando en los últimos días más refuerzos de cara de a los comicios por entender que los 5.500 contratos que había anunciado el ente público son "insuficientes".
Los sindicatos calculan que si Correos prevé cubrir todas las vacaciones en julio se debería contratar a unas 11.250 personas, ya que, según el convenio, en ese mes tomarán las vacaciones el 25 % de la plantilla, que ronda los 45.000 empleados, siempre según sus cifras.
Correos explica que el número concreto de contrataciones se comunicará cuando el próximo 9 de junio todos los empleados de Correos hayan comunicado sus vacaciones.
Además insiste en que "está adoptando todas las medidas organizativas necesarias para el correcto desarrollo de las actividades relacionadas con los procesos electorales y el voto por correo".
Así, ampliará el horario de apertura de las oficinas a partir del 3 de julio, tanto mediante extensiones de horario como con aperturas extraordinarias en días no laborables, en función de las necesidades que se identifiquen.
Igualmente, prevé reforzar el servicio en toda la red, especialmente en las zonas turísticas, habilitando la posibilidad de que los carteros repartan en fines de semana.
Entre otras medidas, se prevé la posibilidad de establecer mostradores exclusivos en las oficinas para depositar el voto por correo, siempre que el nivel de afluencia lo requiera, y se potenciará el sistema de cita previa.
Además de estas medidas, Correos ha solicitado a la Junta Electoral Central ampliar el plazo del voto por correo hasta el 20 de julio para facilitar al máximo su gestión y el trámite a los ciudadanos.
LOS SINDICATOS MAYORITARIOS DESCARTAN CONVOCAR UNA HUELGA
En este contexto, CCOO y UGT han pedido una reunión conjunta con la dirección de Correos para transmitir sus reclamaciones, ha explicado a EFE José Manuel Sayagués, secretario postal de servicios públicos en UGT.
Sayagués espera que la reunión se celebre, como muy tarde, la próxima semana, ya que considera que no hay margen y es vital poner "medios materiales y humanos" que permitan aligerar la carga de trabajo de una plantilla "disminuida y con agotamiento" tras las elecciones del pasado 28 de mayo.
En este sentido, ha cifrado en unos 700.000 los ciudadanos que habían solicitado el voto por correo hasta ayer, martes, cuando el plazo lleva abierto algo más de una semana. Se puede solicitar hasta el 13 de julio, lo que hace pensar que probablemente se supere el récord de cerca de 1,5 millones de votos por correo de 2016.
Desde UGT apuntan que Correos tiene un déficit estructural de 8.000 empleados y una red de oficinas, donde se deposita el voto por correo, "exprimida y tensionada".
Por su parte, CCOO calcula que dado que las elecciones, que tendrán lugar en pleno periodo vacacional, más de 2 millones de personas querrán votar por correo, lo que hace necesario que se firmen, al menos, 12.000 contratos de refuerzo.
Asimismo, exige aumentar las compensaciones a los trabajadores por campaña electoral -actualmente de 121 euros-, ampliar con personal voluntario la atención al público y el reparto, aumentar las franjas horarias de atención y proteger a los empleados del previsible calor de julio.
Pese a considerar que los esfuerzos de la compañía no son suficientes, ambos sindicatos rechazan convocar una huelga como la propuesta por Sindicato Libre, el cuarto con mayor representación a nivel nacional y que, según fuentes sindicales, hoy se reunía con la dirección de la empresa.
Sayagués considera un "error descomunal" convocar una huelga, ya que supone "disparar un tiro en el pie a los trabajadores" y no es "el momento adecuado".
CCOO también considera que es un "grave error" que pondría en "serias dificultades" el derecho constitucional de voto e iría en sentido contrario a la vocación de representantes de un servicio público de los trabajadores de Correos.
Desde CGT, sindicato minoritario que tiene prevista una reunión plenaria en la que se tratará este asunto, ven motivos "más que sobrados" para convocar una huelga, aunque consideran que la huelga conllevaría unos servicios mínimos muy elevados lo que diluiría su efecto.
Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama la contratación de al menos 10.000 personas de refuerzo y asegura que los 2.500 contratos de las elecciones de mayo "fueron totalmente insuficientes y originó un sobresfuerzo por parte de una plantilla que está diezmada de forma crónica".