Asegurar un ecosistema digital protegido y resistente es un requisito indispensable para que la industria de Euskadi siga siendo competitiva. El auge de los ciberataques en corporaciones —cada vez más sofisticados y frecuentes— ha provocado que la ciberseguridad industrial se haya convertido en un pilar estratégico para garantizar la continuidad del negocio y evitar pérdidas económicas cuantiosas. En este sentido se encuentra la Basque Research and Technology Alliance - BRTA, volcada en el desarrollo de soluciones avanzadas para proteger infraestructuras críticas y entornos digitales. Con una red de 17 centros y más de 4.300 investigadores, BRTA impulsa la investigación desde distintos ámbitos tecnológicos, persiguiendo que los elementos de ciberseguridad se apliquen desde el diseño de cada componente hasta la infraestructura digital en su totalidad.

En esta entrevista, Jon Kepa Gerrikagoitia, responsable científico-tecnológico de BRTA, analiza el papel clave de la I+D+i en ciberseguridad, los principales desafíos que enfrenta la industria y las estrategias que la alianza está implementando para mitigar los riesgos digitales en nuestro entorno. “Solo a través de la especialización y la innovación constante podremos garantizar la protección de infraestructuras críticas y la estabilidad del ecosistema digital en Euskadi”, asegura el experto.

¿Por qué es clave la investigación en ciberseguridad y qué papel juegan los centros tecnológicos de BRTA?

El nivel de amenaza en ciberseguridad es real y creciente. Según informes recientes, el coste medio de una brecha de seguridad alcanza varios millones de euros, y los ataques dirigidos a infraestructuras críticas han aumentado exponencialmente en los últimos años. La industria es un objetivo atractivo para ciberdelincuentes, con ataques como el ransomware afectando gravemente la producción y generando pérdidas millonarias. Además del robo de información y el sabotaje, estos ataques pueden paralizar operaciones enteras, comprometiendo la continuidad del negocio y dañando la reputación empresarial. Ante este desafío, la labor de los centros tecnológicos y la investigación en ciberseguridad son esenciales. La inversión en I+D+i permite anticiparse a los ataques, desarrollar tecnologías de protección adaptadas a las necesidades industriales y garantizar la seguridad en un entorno digital en constante evolución. Sin este esfuerzo continuo, las empresas quedarían expuestas a riesgos que podrían comprometer no solo su competitividad, sino también la continuidad de sus operaciones. La alianza BRTA (Basque Research and Technology Alliance) de 17 centros y 4.300 investigadores, desarrolla tecnología de ciberseguridad para garantizar entornos digitales seguros y resilientes. Los centros tecnológicos especializados en ciberseguridad son Tecnalia, Ikerlan, Vicomtech y Ceit, con una masa crítica de 90 investigadores. 

“La industria es un objetivo atractivo para ciberdelincuentes, con ataques como el ransomware afectando gravemente la producción y generando pérdidas millonarias”

¿Cuáles son los principales desafíos en ciberseguridad a los que se enfrenta la industria y cómo está BRTA ayudando a mitigarlos?

En BRTA trabajamos en soluciones que abarcan toda la cadena de valor, comenzando por los sistemas electrónicos embebidos, esenciales en el sector industrial y en infraestructuras críticas. Estos dispositivos requieren medidas de seguridad específicas debido a su uso en entornos sensibles y de difícil actualización. Protegemos los sistemas de control industrial y dispositivos IoT, los cuales son esenciales para la automatización de procesos pero presentan vulnerabilidades debido a su interconexión con redes externas. La implementación de protocolos seguros y la detección temprana de anomalías son claves en este ámbito. Otro foco fundamental es la seguridad en las redes de comunicación y en las plataformas cloud, donde se gestionan grandes volúmenes de datos críticos. Desde BRTA impulsamos la adopción de modelos de seguridad avanzada que protejan estos entornos, incluyendo la gestión de identidades, el cifrado de datos y la protección de APIs, puntos clave en la interconectividad actual. Además, nuestro trabajo se orienta a garantizar que la ciberseguridad no sea un elemento añadido a posteriori, sino un principio integrado desde el diseño de cada componente hasta la infraestructura digital en su totalidad.

Te puede interesar:

“Buscamos que la ciberseguridad no sea un elemento añadido a posteriori, sino un principio integrado desde el diseño de cada componente hasta la infraestructura digital en su totalidad”

¿Cómo está evolucionando la ciberseguridad frente a los avances tecnológicos y cuáles son los principales retos futuros?

El avance de la digitalización en todos los sectores ha generado un entorno donde tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la computación cuántica representan tanto un reto como una oportunidad. La interconectividad de estos sistemas ha aumentado los riesgos de ciberseguridad en sectores estratégicos como industria, movilidad, salud y energía, lo que hace indispensable un enfoque proactivo. La ciberseguridad debe adaptarse a este escenario, garantizando que estas innovaciones no sean vectores de ataque, sino herramientas de defensa efectivas. La transición a la criptografía poscuántica y la creciente automatización de ataques exigen una evolución constante, y mantener este pulso requiere una especialización tecnológica continua. En BRTA seguimos reforzando nuestra capacidad de respuesta y colaborando con la industria para desarrollar soluciones avanzadas. Solo a través de la especialización y la innovación constante podremos garantizar la protección de infraestructuras críticas y la estabilidad del ecosistema digital en Euskadi.