El transporte aéreo es un peldaño más después de los proyectos para impulsar el transporte verde como el automóvil o el autobús eléctrico. Una evidencia de ello es el avión eléctrico en el participa la empresa alavesa Aernnova. Heart Aerospace ha seleccionado a Aernnova para co-diseñar la estructura. Así, la compañía trabajará junto con los ingenieros de la empresa de aviones eléctricos con sede en Gotemburgo (Suecia) en el prototipo del ES-19. El primer modelo, cuya idea nació en 2018, cuenta con una capacidad de 19 pasajeros y está ideado para cubrir distancias cortas que no superen los 400 kilómetros en rutas regionales de corta distancia impulsado completamente por baterías y motores eléctrico. Sin embargo, los promotores esperan mejorar estas condiciones a medida que mejoren las capacidades de las baterías.
El contrato firmado por Aernnova, compañía que nació en 1993 en Gasteiz para fabricar las alas de un avión de la compañía brasileña Embraer, contempla el diseño del fuselaje de la aeronave, también de las alas y del empenaje, el conjunto de estabilizadores de la cola. La compañía sueca espera que el primer vuelo comercial de la aeronave se produzca a finales de 2026 y, sin duda, supondrá un punto de inflexión en la movilidad aérea.
Este avión eléctrico será una realidad gracias al respaldo de la firma sueca Heart Aerospace y el impulso económico de un grupo inversor encabezado por Bill Gates. El ES-19 tendrá cero emisiones operativas y ofrecerá costes operativos significativamente más bajos en comparación con aviones de turbinas de tamaño similar. También será más silencioso que sus homólogos de turbohélices, con menos vibración y ruido. Estas características hacen que la aeronave sea ideal para el desarrollo de rutas aéreas de corta distancia, explica Aernnova.
La lucha contra el cambio climático ha abierto un mundo de oportunidades de desarrollo para las empresas, y ha hecho patente que la economía verde es clave en la actividad y el empleo del territorio vasco a medio plazo. Este cambio de conciencia coincide, además, con un momento histórico marcado por los precios récord de la electricidad. En su compromiso con la eficiencia energética y el abaratamiento de los recursos, el Gobierno vasco traza dos líneas de trabajo: los parques fotovoltaicos y eólicos.
Cambio de conciencia económica
La movilidad es un factor importante en el proceso de frenado de las emisiones contaminantes. A nivel industrial, uno de los proyectos protagonistas es el impulso del coche eléctrico, promovido por los gobiernos vasco y español a través de fondos procedentes de la Unión Europea. Todo apunta a que el Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica podría ser uno de los agentes fundamentales en la recuperación económica, y Euskadi aspira a posicionarse en primera línea. Los gobiernos autonómicos y los fabricantes de componentes se muestran a favor de adaptarse a este nuevo escenario.
Uno de los pilares dentro del sector vasco de automoción es la cooperativa gipuzkoana Irizar. En el pasado año 2014 lanzó su primer autobús urbano totalmente eléctrico. A principios del 2021 presentó en Málaga su primer bus no contaminante y autónomo (no necesita un conductor para funcionar). A esta propuesta se le añade un innovador camión eléctrico de alta eficiencia, pensado para los entornos urbanos debido a sus bajas tasas de contaminación acústica.
Paralelamente, el fabricante de ferrocarriles CAF ha dado el salto al tren de hidrógeno. Esta iniciativa nace de la sinergia de algunas empresas originarias de varios países europeos, junto a Renfe y Adif. Su objetivo es la transformación de una locomotora de Cercanías Civia en un tren de hidrógeno, sistema que sustituye los motores diésel por otros más limpios como el hidrógeno.
Precisamente, Euskadi toma como elemento central el hidrógeno en su plan de transición energética. El Corredor Vasco del Hidrógeno nace de la mano de Petronor y Repsol junto a los principales organismos públicos, centros tecnológicos y más de medio centenar de empresas. Su propósito es avanzar en la descarbonización de ámbitos como el transporte.