Es un proyecto de ingeniería que consiste en colocar placas fotovoltaicas sobre el Canal de Navarra para generar electricidad limpia, sin impacto medioambiental, utilizando la infraestructura ya existente y que, además, optimizaría la propia infraestructura, evitando la pérdida de agua por evaporación en un 30%. Así explica el Gobierno de Navarra esta incitativa que está impulsando un proyecto de economía circular para generar electricidad sostenible.
Consistiría en cubrir 57 kilómetros de área con paneles solares, lo que equivaldría a 183 hectáreas de terreno en una planta fotovoltaica tradicional. Con este proyecto la Comunidad Foral podría ser propietaria de la energía que produce y la producción de la fotovoltaica se duplicaría sin impacto en el medio natural.
Además, según el Ejecutivo autónomo, se cumplirían tres objetivos: la reducción de emisiones de CO2 y de la huella de carbono; tener un eje de autoconsumo vertebrador de Navarra; y, sobre todo, dotar a la comunidad autónoma de soberanía energética, lo que la podría dar estabilidad en los costes energéticos, tanto de las comunidades de regantes, como de la industria y de toda la ciudadanía navarra. Así, se podrían generar unos 160 MWp, lo que supone duplicar la producción de energía fotovoltaica de la Comunidad Foral.
Costará 147 millones de euros aproximadamente y será presentado tanto al Gobierno español como a la Comisión Europea. Para que pueda llevarse a cabo, debe ajustarse a unas fechas concretas: adjudicarse antes de 2023 y concluirse en 2026. Según el Gobierno foral, sería viable incluso sin subvención pública y produciría al año el 6,5% de la energía que consume Navarra.
La idea no parte de cero, ya que hay unos 7.000 puestos de trabajo cualificados en el sector y las compras de energía de la Comunidad Foral rondan los 2.000 millones de euros. Para poder cubrir el canal sería necesario construir un parque con una capacidad de generación de 203 gigavatios y utilizar el modelo europeo de PPA (Power Purchase Agreement) con el que se evita el endeudamiento fijando un modelo de financiación y de precio de la energía a largo plazo y de titularidad pública. Es decir, un proyecto técnica y financieramente viable que evitaría los peajes en sombra y costes que no tendría que pagar el Gobierno.
Si no se consiguieran los fondos, desde el Ejecutivo aseguran que el proyecto saldría adelante igualmente, ya que, sin financiación europea, ya obtiene un precio de electricidad mucho más bajo que el precio que tiene en estos momentos. Por lo tanto, "la rentabilidad de la inversión se garantiza desde el momento uno".
Este estudio es una buena solución para la gran subida de precio de la electricidad, ya que conseguirá fijar un coste fijo de producción a lo largo de los próximos 30 años, en torno a 0,45 euros Kw/hora, en comparación con lo que paga la ciudadanía: 1,20 euros. El canal es una infraestructura gestionada por la Sociedad Canal de Navarra, S.A. (CANASA), que es consecuencia del convenio de colaboración entre el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y la Comunidad Foral de Navarra para la ejecución del Canal de Navarra.
Apoyo de Bruselas
Además, el Gobierno foral se reunirá en Bruselas con la Comisión Europea, que ha sido informada sobre este proyecto, para poder presentárselo de primera mano. Espera un importante respaldo teniendo en cuenta que se trata de un proyecto de economía circular alineado con los objetivos del Pacto Verde Europeo y el primero de estas dimensiones de Europa.
Asimismo, el proyecto hidráulico aportará una nueva vía de formulas innovadoras para introducir la conectividad (fibra óptica) aprovechando la infraestructura que ya ha sido analizada por el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) y ha mostrado su disposición a certificar la calidad del proyecto y los demás elementos de I+D+i.