El análisis sociopolítico de Gizaker que publica este periódico y cuyo trabajo de campo se realizó entre los pasados 13 y 16 de diciembre acredita una consolidación del PNV tanto en Vitoria como en el conjunto del territorio alavés. Comenzando por el Ayuntamiento, y desde la premisa de que casi el 90% de las 800 personas encuestadas dicen sentirse bastante o muy satisfechas con Gasteiz como lugar para vivir, la gestión municipal recibe una nota de 5,7 y el PNV lidera el ranking de valoración de los partidos con un 5,2. De hecho, es el único que aprueba, por delante de EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos en una horquilla del 4,95 al 4,75, y con el PP en último lugar (3,25). Tales calificaciones se corresponden con la condición del PNV de sigla que mejor representa los valores de la ciudadanía y que más confianza le genera, con 7,3 y 9,4 puntos de ventaja sobre EH Bildu, y explican un crecimiento en intención de voto para el partido jeltzale de casi tres puntos (al 26,6%) para sumar un concejal más, hasta ocho. De acuerdo al estudio de Gizaker, EH Bildu sería la otra formación que ganaría representación alcanzando en el séptimo edil, en tanto que PSE y Elkarrekin perderían uno (bajarían a 5 y 2, respectivamente) y el PP se quedaría en 5. Más allá de que la gobernanza vitoriana entre PNV y PSE se mantiene a las puertas de la mayoría absoluta, el nivel de conocimiento sugerido de sus dos candidatas resulta tan desigual como que la jeltzale Artolazabal aventaja en diez puntos a la socialista Etxebarria (55,4%, por 45,3%). La todavía consejera también obtiene la mejor valoración de entre las aspirantes a alcaldesa con el único aprobado de 5,72, por delante de Vitero (4,89), Ruiz (4,81), Etxebarria (4,54) y Domaica (3,66). La hegemonía del PNV en tanto que marca predecible que garantiza estabilidad y gestión se extiende a la prospección de Gizaker para las Juntas de Araba, de nuevo con un alza en estimación de voto para la candidatura de Ramiro González de 2,7 puntos, hasta el 28,9% para recabar 12 escaños, uno más. Bildu subiría a 9 junteros e igualaría con el PSE, que conservaría su representación, mientras PP y Elkarrekin perderían un juntero cada uno, para quedarse en 6 y 3, respectivamente. El Ejecutivo PNV-PSE cierra el año pues con buenas expectativas, bien entendido que las tendencias deben refrendarse en la cita con las urnas de mayo.
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