n el momento de escribir estas líneas una pandemia mundial se ha colado en nuestras vidas y en la de nuestro planeta, poniendo al descubierto las contradicciones del modo en el que vivimos, de la excesiva dependencia, las desigualdades, las consecuencias ambientales y económicas inciertas.

No obstante, esta crisis sanitaria también ha puesto el foco en las medidas excepcionales que se han tenido que adoptar y que han supuesto una reducción de la creciente presión sobre el planeta y una mejora del estado de conservación de los ecosistemas y de los recursos naturales, de los bosques, del aire, del agua€

Es tiempo de reflexionar y, sin duda, es el momento de reivindicar salud para todas las personas, justicia social, un medio ambiente saludable, y el resto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, en este momento, se erigen como guía para encarar el futuro incierto y difícil que se nos presenta.

Integrar la naturaleza en la ciudad es una de las estrategias para promover un desarrollo urbano sostenible y desarrollar acciones frente al cambio climático. Uno de los proyectos de integración de la naturaleza más gratificantes y constructivos que se viene impulsando en Vitoria-Gasteiz desde hace décadas es nuestro Anillo Verde.

Sin duda, el Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz es uno de los buques insignia de esas políticas, con la progresiva creación de una red de espacios verdes naturales conectados entre sí, a través de la regeneración de una periferia que estaba degradada. Buscábamos en la propia naturaleza la solución ecológica, paisajística y social a los problemas propios de las zonas del entorno urbano-industrial.

A lo largo de estos años, en la periferia urbana se han llevado a cabo gran número de actuaciones de restauración ecológica y paisajística, de mejora de la conectividad y de acondicionamiento para el uso público, que han construido el Anillo Verde que ahora conocemos. Una característica destacable de muchas de las intervenciones que se llevan a cabo en el Anillo es que ofrecen soluciones conjuntas, ya que además de resolver problemas concretos, llevan asociados otros beneficios ambientales, sociales e incluso económicos. Entre las actuaciones desarrolladas destacan la restauración de graveras, la recuperación de humedales, restauración de ríos, acondicionamiento de corredores ecológicos, creación de huertas ecológicas, acondicionamiento de un jardín botánico y de equipamientos ambientales, entre otras.

Es un espacio clave del entramado ecológico municipal ya que permite permear la naturaleza al interior de la ciudad. Es el hábitat de especies animales muy valiosas, algunas en peligro de desaparición. Desempeña un papel primordial en la laminación de avenidas de los ríos que entran en la ciudad. Actúa como gran pulmón verde.

El Anillo Verde, desde el punto de vista social, es un espacio ideal para el esparcimiento de la ciudadanía y acoge actividades de todo tipo: de ocio, deportivas, de carácter educativo y formativo. Con el tiempo, se ha llegado a consolidar como una de las principales señas de identidad de Vitoria-Gasteiz y un recurso ambiental, paisajístico, cultural, social y turístico de primer orden, generando una nueva relación entre la naturaleza y la sociedad.

Además, ha servido como espacio experimental y demostrativo de múltiples intervenciones y soluciones basadas en la naturaleza para la resolución de gran número de problemas de diferente tipo, relacionados con la gestión del agua, la biodiversidad, el ahorro de recursos naturales y el uso público, entre otros.

Las ciudades necesitan vegetación y la ciudadanía espacios verdes. Así lo ha entendido Vitoria-Gasteiz que se ha propuesto naturalizar al máximo los espacios verdes urbanos, para mejorar la calidad de vida en la ciudad.

El Anillo Verde se convierte ahora en germen de esa Infraestructura Verde Urbana de Vitoria-Gasteiz. Son actuaciones dirigidas a aumentar la biodiversidad y la conectividad ecológica de las zonas verdes, mejorar la gestión del agua, reverdecer edificios, plazas y espacios singulares, crear micropaisajes y acercar la naturaleza a la ciudadanía.

Hasta hace unos años, las zonas verdes urbanas se concebían con una función fundamentalmente estética y de ocio y como tal se gestionaban. Sin embargo, estos lugares, si se gestionan adecuadamente, pueden proporcionar otros muchos servicios que resultan esenciales para la vida en las ciudades. La naturaleza se nos ofrece, aquí también, como fuente de soluciones ecológicas, sociales y urbanas.

"El Anillo Verde se convierte ahora en germen de esa Infraestruc-tura Verde Urbana de Vitoria-Gasteiz"