Un trozo de la Villa de las Hortensias en Oñati
Senia Morillo decidió dejar la República Dominicana para probar suerte en Euskadi. Aquí cambió sus estudios de turismo por una pasión innata por las flores
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Senia llegó desde la República Dominicana en el año 1999 con una maleta llena de ilusiones y sin saber el camino largo, distinto y desafiante que le esperaba. Allí había estudiado Dirección Hotelera y se veía dentro del sector del turismo en un país donde es su santo y seña; pero, la vida muchas veces tiene sus planes y en su caso tenían flores por protagonistas.
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Sin embargo, este no fue su primer destino laboral en Euskadi, sino una panadería. Entre el olor cálido del pan recién hecho y las madrugadas frías, Senia aprendió que todos los comienzos, incluso los humildes, tienen un propósito. Con el paso del tiempo, la vida volvió a sorprenderla. Aquel trabajo inicial dio paso a otro que, sin saberlo, la acercaría a lo que sería su verdadera pasión: una floristería.
Allí, rodeada de colores, texturas y fragancias, Senia sintió que algo dentro de ella despertaba. No era un sentimiento nuevo, con solo 14 años hacía arreglos florales y jugaba a transformar pétalos y hojas en pequeñas obras de arte. Era como si la vida la hubiera traído de vuelta.
Aquí, ese amor por las flores volvió a florecer, y lo hizo de manera autodidacta, con cursos, talleres y, sobre todo, con un permanente deseo de aprender.
Porque Senia siempre ha creído que las flores no son solo flores: son mensajes y emociones que muchas veces se usan cuando las palabras no salen o o no se sabe qué decir.
Recuerdos de su país de origen
Hoy, después de años de esfuerzo, constancia y valentía, Senia es la dueña del traspaso de Bellotza Loradenda, en Oñati. Su propio negocio, que antes había pertenecido a Aitor, quien le enseñó todo los entresijos de este lugar que es muy familiar para todos los vecinos y vecinas de la localidad guipuzcoana. Su sueño, esta vez sí, hecho realidad y de la mano de la Fundación Gaztenpresa de LABORAL Kutxa que ha sabido reconocer la valía que tiene esta mujer fuerte, divertida y acogedora.
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Allí, al abrir cada mañana la puerta, siente la satisfacción profunda de saber que todo lo que ha logrado lo ha construido con sus propias manos.
A su lado está Natalia, quien ya trabajaba con el anterior dueño y lleva doce años en la floristería. Juntas forman un equipo perfecto para ofrecer lo mejor a cada cliente.
Bellotza Loradenda no es solo una tienda de flores; es un espacio lleno de vida. Tienen todo tipo de flores, desde ramos sencillos hasta elaboraciones complejas, y realizan envíos online y decoraciones para cualquier evento o celebración en Euskadi. Bodas, bautizos, aniversarios, homenajes… Senia siempre dice que cada ocasión es única y merece ser contada con flores.
Mirando y viviendo del mar
Además, la tienda tiene una parte de complementos: un rincón especial con ropa, joyería, bolsos y accesorios. Y es que como nuestra protagonista siempre dice, la belleza no está solo en las flores, sino en los detalles, en esas pequeñas cosas que hacen que una persona se sienta especial.
Entre todas las flores que la rodean, hay unas que ocupan un lugar especial en su corazón: las hortensias. Le encantan por su forma generosa, su elegancia silenciosa, sus colores que cambian con la tierra y el tiempo.
Y quizá lo más hermoso es que, curiosamente, el lugar donde nació Senia en República Dominicana es conocido como 'La Villa de las Hortensias'. Como si la vida, la hubiera acompañado desde el origen con un símbolo que hoy sigue floreciendo su camino.
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