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Euskadi tramita un centenar de proyectos de energía renovable

Una cuarta parte son eólicos y el resto fotovoltaicos; la mayoría se encuentran en fases muy iniciales del proceso

Euskadi tramita un centenar de proyectos de energía renovablePablo Viñas

Euskadi cuenta en estos momentos con un centenar de proyectos de energía renovable en diferentes fases de tramitación, de los cuales una cuarta parte son eólicos y el resto, seis de cada diez, fotovoltaicos. Esto no quiere decir que todos vayan a prosperar, pero muestra el interés de las empresas energéticas por instalarse en el territorio y, de hecho, no es extraño que cada pocos días aparezca alguna propuesta nueva. Esto sucede en paralelo a la tramitación del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Energías Renovables, que el pasado 31 de octubre publicó el informe de respuesta a las 4.217 alegaciones presentadas, paso previo para su aprobación definitiva.

Del centenar de proyectos en tramitación, un total de 26 han sido ya publicados y la gran mayoría –más del 80%– se encuentran en fases muy iniciales del proceso, que, dependiendo de su tamaño y ubicación, puede durar unos meses o hasta dos y tres años, en caso de existir cuestiones de afección medioambiental, urbanística o vecinal. Esto hace, precisamente, que muchos de ellos no prosperen, especialmente los que no están convenientemente diseñados.

Aproximadamente, el 27% de los proyectos tienen una potencia inferior a 5 MW. Y, entre los que tienen una potencia superior, la media se sitúa en los 30 MW en el caso de los eólicos y en los 37 MW en el de los fotovoltaicos. El PTS de Renovables identifica 110 emplazamientos como "idóneos" para la posible construcción de estos parques, 57 de ellos de energía eólica y 53 de energía solar. Este centenar de ubicaciones se encuentran en 92 localidades vascas, la mayoría de ellas repartidas entre en Bizkaia (49) y en Araba (42), mientras que en Gipuzkoa son 19.

La infraestructura renovable en Euskadi cuenta en estos momentos con cuatro plantas eólicas –Punta Lucero, Badaia, Oiz y Elgea-Urkilla–, con una potencia total instalada de 143 MW, y una gran planta solar de Ekian con un total de 67.000 paneles de 355 vatios cada uno, 24 MW instalados en total que pueden alcanzar una producción anual cercana a los 40.000 MWh. Esta energía es capaz de abastecer las necesidades eléctricas de unas 15.000 familias.

Además, Euskadi cuenta con pequeñas instalaciones fotovoltaicas repartidas por toda la geografía. El objetivo para 2030 es doblar el porcentaje actual de generación de energía solar.

Energía eólica

Tras casi veinte años de parón en la construcción de parques eólicos –el último fue el de Punta Lucero en 2006–, se espera que en 2025 entren en funcionamiento los dos primeros de esta nueva tanda: Labraza y Azazeta, ambos en Araba y de 40 MW de potencia cada uno. Será Aixeindar, la empresa surgida de la alianza entre el Ente Vasco de la Energía (EVE) e Iberdrola, la encargada de poner en marcha estas infraestructuras. La dificultad de finalizar el proceso administrativo en algunos casos se evidencia en el caso del parque eólico de Labraza, que obtuvo la autorización de construcción el pasado agosto, tras casi cuatro años de gestión.

A estos proyectos se han ido uniendo otros, algunos más conocidos que otros, como los de Statkraft en Gipuzkoa –a la espera del informe medioambiental– o Capital Energy para la construcción de un parque eólico en los términos municipales de Aramaio y Legutio, en Araba, y Eskoriatza y Leintz-Gatzaga, en Gipuzkoa. La inmensa mayoría son de iniciativas privadas, aunque el Gobierno vasco se ha asociado con empresas como Solaria e Iberdola para impulsar varias instalaciones tanto eólicas como solares.

Sin embargo, los parques eólicos que inician la tramitación no tienen el camino fácil, como muestra el aluvión de alegaciones que suelen recibir tanto desde los ayuntamientos como de grupos ecologistas o asociaciones vecinales. Y lo mismo ha ocurrido con el PTS de Renovables, que ha recibido un total de 4.217 alegaciones, lo que ha provocado que su tramitación y posterior aprobación se haya visto retrasada. La gran mayoría de ellas han venido de particulares –un total de 4.153–, ocho de empresas del sector energético, 11 de grupos políticos y 45 de asociaciones y grupos ecologistas.