Ni la lluvia, ni el mal tiempo han podido con ellos.
Son cinco trabajadores los que conforman esta pequeña plantilla de Vitoria.
Sólo cinco, pero con muchas ganas y fuerza de reclamar lo que les deben hasta que lo consigan.
Atraviesan una situación laboral muy complicada, y este jueves han decidido que el resto de Vitoria se entere de lo que les está pasando.
Paco, Joseba, Ekaitz, Alfredo y otro compañero se han puesto detrás de la pancarta a las 11.00 horas con un mensaje muy claro: "quieren cobrar los siete meses que les debe la empresa" en la que han estado 13 años trabajando.
Una pequeña fábrica familiar de mecanizados en el polígono de Gojain.
Una empresa que se cerró el pasado mes de julio, “a pesar de haber trabajo para ir sacando”, insisten los trabajadores.
Algunos están de baja por la "situación insostenible en la que se encuentran, de espera y sin poder hace nada, pero con gastos que afrontar como los estudios de los hijos".
Otros, esperando un juicio porque "han denunciado por los continuos impagos".
A principios de 2023 se enteraron de la intención de vender la empresa, pero "no nos han trasladado ninguna información más, empezamos a cobrar cada vez más tarde o a dejar de cobrar, y ni siquiera nos comunicaron que habían solicitado entrar en concurso de acreedores".
A la espera de la decisión judicial
La empresa ha solicitado entrar en concurso de acreedores, y mientras está a la espera de lo que decida un juez, “el abogado ha aconsejado al empresario no pagar nada, ni nuestros atrasos, ni finiquitos”, explican los cinco trabajadores que se han quedado en la calle sin cobrar.
No se resignan, y muy enfadados con su situación, insisten en que los empresarios de Vemar tienen que hacerse cargo de lo que les deben: siete nóminas, los finiquitos y regularizar su situación para poder solicitar la prestación de desempleo.
No entienden que la empresa pida entrar en concurso de acreedores alegando estar en quiebra, porque "siempre nos habían dicho que no nos preocupáramos, que nos pagarían lo que nos deben y que tienen liquidez para hacer frente a nuestra deuda, pero no está siendo así, aunque creemos que ya están vendiendo maquinaria".
Desde julio que sacaron la última producción, las "instalaciones de Gojain están cerradas y a nosotros nos da la empresa un permiso retribuido para no tener que estar allí sin hacer nada y quedarnos en casa, pero no cobramos nada desde marzo".