BBVA ha convocado una junta general extraordinaria de accionistas para aprobar la ampliación de capital que necesita para llevar a cabo el canje de acciones con Banco Sabadell en la OPA de carácter hostil, según ha informado hoy el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El encuentro será el próximo miércoles, 5 de junio, en el Palacio Euskalduna. Esta ampliación de capital consistirá en la emisión de nuevas acciones del BBVA, que serán entregadas a los accionistas del Sabadell que acepten la oferta; eso sí, siempre que logren convencer a más del 50,01% del capital del banco catalán.

En concreto, se emitirán 1.126 millones de acciones de 0,49 euros de valor nominal cada una de ellas, lo que da a la operación un valor contable de 551,9 millones de euros. Estas acciones suponen el 19% de su capital actual, que está en alrededor de 5.800 millones de acciones. Así, tras la ampliación, BBVA tendrá 6.693 millones de acciones para afrontar la posible compra del Sabadell.

Cabe recordar que la propuesta de la entidad que preside Carlos Torres Vila consiste en el intercambio de una nueva acción de BBVA por 4,83 acciones del banco catalán. Tras el canje y suponiendo un 100% de aceptación por parte de los accionistas del Sabadell, estos tendrían un 16% de participación en el BBVA. Además, la entidad vasca defiende que los accionistas de Sabadell se beneficiarán de una prima del 30% sobre el cierre de ambas entidades del pasado 29 de abril –antes de conocerse el intento de fusión del BBVA–. “Con esta ampliación de capital damos un paso en el proceso de compra a los accionistas de Banco Sabadell. La unión de ambas entidades generará valor para todos y, en particular, para los accionistas, al crear un banco más fuerte y competitivo”, ha señalado el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila.

Esta ampliación es uno de los pasos necesarios dentro de OPA que BBVA ha planteado para adquirir el 100% del capital de Sabadell. “La operación tiene como objetivo unir ambas entidades para construir un banco más fuerte y rentable, capaz de competir en un sector cada vez más global y con necesidades crecientes de inversión en tecnología y datos”, afirma la entidad vasca a través de un comunicado.

Dos puntos en el orden del día

El orden del día de la junta consta de dos puntos. El primero tiene que ver con la ampliación de capital y el segundo, con la delegación de facultades al consejo de administración para que realice los trámites necesarios ante el Gobierno español, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de España, la CNMV y el resto de organismos que estarán implicados en el proceso.

La operación que ha iniciado el BBVA se compone de dos partes: por un lado, la OPA de carácter hostil dirigida a los accionistas de Sabadell para hacerse con el 100% del capital; por el otro, la fusión entre ambas entidades. Para lanzar la OPA, el BBVA necesita la autorización del Banco Central Europeo (BCE), que vigila la solvencia de la entidad resultante y que la operación no afecte a la estabilidad del sistema, y de la CNMV, que analizará que la información contenida en el folleto esté acorde a la legislación –el banco activó formalmente el proceso hace una semana al enviar a este organismo el folleto con toda la información sobre su solicitud de OPA–. Asimismo, la eficacia de la operación está sujeta a que acuda, al menos, el 50,01% de los accionistas de Sabadell a la aprobación por parte de la junta de BBVA de la ampliación de capital para afrontar el canje de acciones, a la autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y de la Autoridad de Regulación Prudencial de Reino Unido.

Esto implica que BBVA no necesita la autorización previa de la CNMC para lanzar la OPA, sino para lograr su eficacia. El primer visto bueno será el del BCE, que podría dar su aprobación en cuatro meses. Después llega el turno de Competencia y fuentes del mercado no descartan que eleve el proceso al Gobierno español, lo que prolongaría todo el trámite hasta un año.