El selectivo Nikkei, principal índice de referencia de la Bolsa de Tokio, ha cerrado la sesión de este lunes con un avance del 0,50% que le ha permitido alcanzar los 40.109,23 puntos, su nivel más alto desde que empezó a calcularse en 1950.

De este modo, el índice de referencia de la Bolsa de Tokio continúa su escalada, después de que el pasado 22 de febrero dejara atrás el récord de 38.915,87 puntos, establecido el 29 de diciembre de 1989, ante la expectativa de que la entrada en recesión técnica de la economía nipona al final de 2023 retrase el ajuste de la política monetaria del Banco de Japón, manteniendo la debilidad del yen.

Asimismo, durante la sesión de este lunes, el Nikkei ha marcado un nuevo máximo histórico intradía al alcanzar una cotización récord antes del cierre de 40.314,64 puntos básicos.

Con la subida del 0,50% en la sesión de este lunes, en lo que va de año, la cotización del Nikkei ha aumentado un 20%, aunque en los últimos doce meses la subida acumulada por el selectivo japonés ronda el 42%.

Repunte del mercado bursátil

El repunte del mercado bursátil japonés se apoya en la debilidad del yen en el mercado de divisas, donde la cotización del yen frente al dólar se mantiene en mínimos de cuatro meses, por encima de los 150 yenes por cada 'billete verde' ante la expectativa de que la entrada en recesión técnica de Japón en el cuarto trimestre de 2023 pueda demorar el giro en la política monetaria acomodaticia del Banco de Japón.

En su última reunión, la institución dirigida por Kazuo Ueda decidió a finales de enero mantener sin cambios su política monetaria extremadamente acomodaticia sin ofrecer pistas de una próxima estrategia de salida.

De este modo, el banco central nipón confirmó el tipo de interés de referencia en el -0,1%, sin cambios desde enero de 2016, además de asegurar que seguirá aplicando su política de control de la curva de rendimientos de la deuda pública, permitiendo que la rentabilidad del bono de Japón a 10 años aumente hasta en un punto porcentual respecto del nivel objetivo, mientras que continuará con sus compras de bonos soberanos a gran escala según sea necesario.

En este sentido, desde Oxford Economics, el analista jefe para Japón, Shigeto Nagai, apunta que los mercados parecen estar asumiendo cada vez más que el Banco de Japón abolirá su política de tipos de interés negativos en la reunión de abril, después de que se confirme el acuerdo salarial de primavera, y no en marzo.

"Creemos que el BoJ introducirá nuevas orientaciones sobre las tasas de interés oficiales a corto plazo para evitar perturbaciones causadas por la especulación", señala el experto, para quien el banco central japonés esperará a otoño antes de abolir las orientaciones existentes sobre flexibilización cuantitativa, mientras que el marco de control de la curva de rendimiento seguirá siendo una salvaguardia para garantizar la estabilidad en el proceso de salida de la QE, "que llevará varios años".