Vidrala concluyó el año pasado ratificando la recuperación de los márgenes operativos que ya avanzó en 2022. De este modo, el fabricante de envases de vidrio con sede en Llodio cerró 2023 con un beneficio de 233,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 53,5% respecto al ejercicio anterior.

Unos resultados que se construyeron sobre un ebitda que se incrementó asimismo un 45,6%, hasta los 393,7 millones de euros, y unas ventas que alcanzaron los 1.558,8 millones de euros (+15,8%).

En el balance que la firma alavesa ha dado a conocer este jueves, describe un 2023 con “un contexto complejo en el que la demanda ha sido particularmente débil”. No obstante, constata que “los márgenes de negocio durante 2023 han experimentado una recuperación, derivando en un crecimiento del resultado y en la generación de caja a niveles anticipados”.

Operaciones corporativas

En concreto, en el apartado de las ventas, Vidrala crece en todos sus mercados. Aproximadamente la mitad de su facturación (799,4 millones de euros) se concentra en la península ibérica y resto de Europa, pero son otros destinos como Reino Unido e Irlanda y Brasil, donde sus ventas crecieron más el año pasado, en torno a un 24% en ambos casos.

En este sentido, Vidrala considera que el año pasado fue “clave” en “la toma de decisiones para crear futuro y hacer crecer sus operaciones”. Así, la compañía recuerda las “importantes operaciones corporativas” afrontadas en los últimos meses, como la compra las instalaciones de llenado y la infraestructura logística a Accolade Wines en Bristol a través de su filial en el Reino Unido, Encirc Ltd., o la adquisición de la brasileña Vidroporto

Asimismo, este pasado miércoles el fabricante de envases de vidrio anunció el acuerdo para la venta de su filial italiana a Verallia, operación por un importe de 230 millones de euros que generará para la compañía alavesa una plusvalía antes de impuestos de unos 100 millones de euros. Con esta venta, Vidrala pretende enfocarse “en regiones y negocios estratégicos”.

En este contexto de reciente debilidad de la demanda, Vidrala afronta este año planteando “medidas para controlar las tasas de utilización de capacidad en algunas de sus plantas para adaptar inventarios” y reiterando el “acierto” estratégico de esta actividad corporativa desplegada en los últimos meses “en este contexto más moderado en Europa”.