El Gobierno vasco destinará diez millones de euros a fomentar las inversiones en instalaciones reductoras de gases de efecto invernadero, unas subvenciones que se concederán en el marco del 'Programa de ayudas a la Descarbonización Industrial'.
El Consejo de Gobierno ha aprobado este martes el programa de apoyo a empresas industriales y de servicios conexos ligados al producto-proceso industrial para fomentar las inversiones en instalaciones productivas, nuevas y/o existentes que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Este programa de ayudas, dotado con diez millones de euros y presentado tras su aprobación por la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, permitirá anticipar decisiones de inversión y acompañar a la industria vasca para que siga siendo competitiva en un contexto europeo y global de transición hacia la neutralidad climática.
El sector industrial en Euskadi
La consejera ha recordado que el sector industrial representa el 20% de las emisiones de Euskadi (emisiones directas), aunque si considerásemos las emisiones asociadas a la electricidad que consume (emisiones indirectas) este porcentaje aumentaría hasta el 30%.
Las emisiones de los sectores regulados, es decir, las que se encuentran dentro de la normativa del comercio europeo de derechos de emisión 'EU ETS' (sector energético y sectores industriales intensivos en consumo energético principalmente) se han reducido un 44% respecto a 2005, primer año de funcionamiento de este régimen.
Las ayudas de este programa se dirigen a todos los sectores industriales para apoyar inversiones que favorezcan la descarbonización, respetando la normativa europea, cubriendo un amplio espectro de actuaciones, tanto derivadas del consumo de energía como de los procesos de producción, y al mismo tiempo buscando la mayor simplificación posible, tanto para las empresas solicitantes como para los gestores públicos del programa de ayudas.
Requisitos
Podrán acceder a las subvenciones contempladas en esta orden las grandes empresas y las pequeñas y medianas empresas -pymes- que cumplan con la característica de ser industriales extractivas, transformadoras, productivas y de servicios conexos ligados al producto-proceso industrial, cuyas inversiones objeto de la ayuda se localicen en la CAV.
Las empresas deberán realizar una inversión admitida mínima de 100.000 euros. Las entidades solicitantes deberán fundamentar la viabilidad técnica, económica y financiera de las inversiones, a través de la memoria detallada de las mismas. Y las actuaciones deberán ser irreversibles.
Esta convocatoria plantea una hoja de cálculo, a utilizar por todos los solicitantes, que permite a las empresas realizar el cálculo de las emisiones evitadas, comparando las emisiones de CO2eq, después de la inversión para la que se solicita la subvención, con las emisiones de CO2eq en la situación antes de la inversión.
Se considera inversión subvencionable, a efectos del cálculo de las subvenciones, la adquisición de activos fijos que se incorporen al activo de la empresa en diversos ámbitos.
A modo de ejemplo, podrán ser objeto de subvención inversiones en sistemas de recuperación de calores residuales, o inversiones que permitan sustituir o reducir el consumo de combustibles fósiles, tales como utilización de hidrógeno de origen renovable o combustibles procedentes de biomasa, electrificación de procesos térmicos (bomba de calor y otros), sistemas digitales de control y ahorro de consumo energético.
Plazos
Las subvenciones tendrán un límite máximo, por empresa y/o grupo de empresas, de 1.500.000 euros. El plazo de presentación de solicitudes terminará el 20 de octubre de 2023, a las 12.00 horas.
La presentación de las solicitudes, declaraciones responsables y demás documentos, así como la realización de trámites posteriores a la solicitud, incluidas las notificaciones, se realizarán a través de 'Mi carpeta' de la sede electrónica de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Euskadi.
Los medios de identificación y firma electrónica admitidos en la sede electrónica de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Euskadi están accesibles en la dirección certificados electrónicos.
Pacto verde
El 'Pacto Verde' de la Unión Europea estableció el objetivo de convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro de aquí a 2050. La legislación europea sobre el clima es vinculante al respecto, y ha establecido como objetivo intermedio reducir las emisiones de efecto invernadero en al menos el 55% con respecto a los niveles de 1990, para el año 2030.
En ese compromiso se enmarca el 'Plan de Transición Energética y Cambio Climático 2021-2024 (PTECC 2021-2024)', aprobado por el Gobierno vasco en noviembre de 2021, y el proyecto de Ley de Transición Energética y Cambio Climático para alcanzar la neutralidad climática en Euskadi antes de 2050, aprobado en el Consejo del Gobierno Vasco de 16 de mayo de 2023.
El PTECC da continuidad a "la larga trayectoria" que Euskadi tiene en el desarrollo de políticas activas en materia de cambio climático, ha señalado el Ejecutivo. Tras el primer 'Plan Vasco de Lucha contra el Cambio Climático para el período 2008-2012', en 2015, se publicó la 'Estrategia de Cambio Climático 2050 del Euskadi, KLIMA 2050', con el objetivo de reducir las emisiones de GEI de Euskadi en al menos un 40% a 2030 y en al menos un 80% a 2050, respecto al año 2005.
La consecución de los objetivos de neutralidad climática requerirá "esfuerzos significativos" en los distintos ámbitos económicos de Euskadi, y de modo especial en el tejido industrial, que va a tener que afrontar inversiones para descarbonizar sus procesos productivos, según ha explicado la consejera. Esas inversiones privadas van a requerir de un apoyo adecuado de fondos públicos, respetando al mismo tiempo la normativa europea sobre ayudas estatales.
El Gobierno vasco ha destacado que indirectamente, la transición hacia la neutralidad climática también ofrece oportunidades para el desarrollo de sectores industriales estratégicos de la Comunidad Autónoma Vasca, como las energías renovables, el hidrógeno verde y el almacenamiento energético a lo largo de toda su cadena de valor.