La factura eléctrica de la Administración Pública Vasca creció un 67,1 % en 2022 con respecto al año anterior, al pasar de 55,7 millones de euros a 93,1, mientras que el consumo se incrementó solo un 2,2 % en este periodo ( 294,6 millones de kilovatios/hora en 2021 y 301,2 en 2022).

Estos datos se recogen en una respuesta parlamentaria a EH Bildu de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, en la que se detalla tanto el consumo como el gasto por entes públicos y se comparan con los del pasado año y con los de 2020, año en el que estalló la pandemia y en el que la actividad institucional también se vio condicionada por las restricciones.

Las cifras reflejan la subida del precio de la energía como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, que en el caso de la Administración pública, proviene de fuentes renovables y de cogeneración de alta eficiencia, según precisa Tapia en el escrito.

El mayor desembolso en Osakidetza

El ente público que tuvo un mayor desembolso fue Osakidetza, con 29,3 millones de euros el pasado año, frente a los 17 del año anterior, un aumento del 72,3 %, mientras que la energía consumida experimentó una subida del 3,66 %.

Le siguen en volumen económico los servicios de la Administración General de Euskadi, con 23,5 millones en 2022 y 14,2 en 2021, una diferencia del 65,4 %. Hace dos años los kilovatios consumidos fueron 72,4 millones frente a los 79,5 del pasado ejercicio.

El tercer ente con un gasto más elevado es Eusko Trenbide Sarea con 15,4 millones de euros abonados en 2022 y 8,6 en 2021, lo que supone un aumento del 79 %, y un consumo que pasó en un año de los 52,8 a los 53,5 kilovatios por hora.

La Universidad del País Vasco también supera el presupuesto anual de 10 millones de euros, con 11,8 en 2022 y 8 en 2021. El incremento de  la factura fue del 47,5 %, a pesar de que en este caso la energía consumida bajó un 8,9 %.