Los jóvenes de 18 a 34 años en Euskadi tienen que dedicar más de la mitad de sus sueldos para poder comprar o alquilar una vivienda. Y es que a los altos precios de los inmuebles se le suman los salarios precarios de una gran parte de la población, y por ende, la juventud vasca.

Es una de las conclusiones de un informe elaborado por el Observatorio vasco de la juventud y presentado ayer por el secretario general de Transición Social y Agenda 2030 del Gobierno vasco Jonan Fernández, que pone de manifiesto que los jóvenes necesitarían un incremento de sueldo del 76% para poder comprar una vivienda y emanciparse. Una cifra que se dispara hasta el 150% en el caso de los más jóvenes, de 18 a 24 años, y que se sitúa en un 84% en las personas de entre 25 y 29 años. En el caso de los alquileres, el sueldo tendría que subir más del 70%.

Asimismo, según el informe El coste de la emancipación residencial en Euskadi 2021, los jóvenes solo pueden aspirar a adquirir una vivienda de 50 metros cuadrados con sus sueldos actuales. Aunque varía mucho dependiendo del territorio. Mientras en Araba podrían aspirar a una casa de 68 metros, en Bizkaia desciende a 53 metros, y en peor lugar queda la juventud en Gipuzkoa, que solo podría aspirar a comprar un hogar de 43 metros, sin que le suponga destinar más del 30 % de su salario neto mensual al pago de la cuota del préstamo hipotecario. 

También queda de manifiesto la brecha salarial. Y es que mientras los hombres necesitarían un incremento de sueldo de un 71% para poder emanciparse, en el caso de las mujeres las cifras escalarían hasta el 90%.

El estudio refleja asimismo que estos costes de acceso a la vivienda libre están por encima de los porcentajes que establecen las entidades financieras para determinar la solvencia de la persona solicitante, y que se fija en un 30% del salario. Igualmente superan lo que, a partir de un 40%, se califica como sobrendeudamiento.

“Estos datos reflejan la dificultad de una persona joven de entre 18 y 34 años, que cobre el salario medio para emanciparse en solitario”, insistió el secretario general de Transición Social y Agenda 30. Por ese motivo, Fernández insistió en que hay que incidir en políticas eficaces, particularmente en personas de 25 a 29 años, ya que los factores que inciden en el retraso de la emancipación; precariedad del empleo, carestía y escasez de vivienda y rentas insuficientes; afecta sobretodo en esa franja.

Y es que en un momento en el que la edad media en la que la juventud vuela del nido en Euskadi supera los 30 años , cuatro años más elevada que la media europea, el objetivo es bajar la edad hasta los 28 en 2030.

Ya que el retraso en la edad de independizarse  desemboca en “trastornos” en los proyectos vitales y también en las tasas de natalidad en la CAV. Así lo destacó el Gobierno vasco ya el pasado día 7, cuando presentó el plan para acelerar la edad de emancipación de los veinteañeros en Euskadi.

Ayudas económicas

Para paliar esa situación, el Gobierno vasco aprobará el próximo año el plan para fomentar la emancipación en Euskadi, un programa que prevé ayudas económicas mensuales aún no fijadas y que serán compatibles con otro tipo de prestaciones.

La “prioridad número uno” del Ejecutivo es configurar “un ecosistema de condiciones favorables” para el adelanto de la edad de emancipación” y, en este sentido, se prevé aprobar definitivamente antes de final de marzo la Estrategia Vasca 2030 para favorecer la emancipación juvenil. Con ella quedará definida la ayuda económica para jóvenes entre 25 y 29 años.

Según explicó Jonan Fernández, aún está en estudio la definición concreta de esta ayuda, que debe ser “justa, equilibrada, eficaz y viable desde el punto de vista de la gestión”. “Tiene muchos flecos y una cierta complicación, estamos en medio de ese estudio”, señaló.

En todo caso, apuntó que, dado que la media de emancipación en Euskadi es de 30,2 años, la ayuda se ha pensado para jóvenes de la franja de edad de 25 a 29 años y que estén “en condiciones de emanciparse pero sin llegar a ello”. “Va a ser una ayuda para complementar el salto a la emancipación y, por eso, es una ayuda que será compatible con Gaztelagun y no será compatible con la RGI”, indicó.

Ayudas compatibles

En este sentido y “con vistas a 2024”, será prioritaria la regulación y puesta en marcha de esta prestación económica que será compatible con las ayudas al alquiler del Programa Gaztelagun y representará “un importante respaldo a los procesos de autonomía y emancipación de las personas jóvenes”.

La segunda prioridad es fortalecer progresivamente la red de recursos propia del sistema de juventud. En este ámbito, destaca la puesta en marcha, a partir de marzo, de GAZ, un servicio online de información, orientación y acompañamiento personalizado para la emancipación y la movilidad juvenil.

Complementariamente, se impulsará la atención presencial mediante la colaboración con ayuntamientos, que prestarán este servicio a través de proyectos pilotos cofinanciados por el Gobierno vasco.