Cada persona gastaba 930 euros al año en energía en Euskadi antes de la pandemia y la guerra de Ucrania, y se estima que ahora supere los 1.000 euros, batiendo todos los datos históricos. En la Comunidad Autónoma Vasca, tasa de autoabastecimiento energético no llega al 10%, lo que supone que compra el 90% de lo que consume, tal como establece el estudio de EITB DATA realizado sobre el sector de la energía, y que este miércoles publica el ente público.

En concreto, el autobastecimiento de energía en Euskadi es del 9,7%, lo que refleja la importante dependencia que Euskadi tiene de la energía procedente del exterior. Este dato es relativamente estable desde 2018, con una leve mejora, tras haber estado en un umbral mayor en años anteriores.

En el caso de la electricidad, la Comunidad Autónoma Vasca produce el 43% de la electricidad que consume, de los cuales solo el 17% es de origen renovable, mientras que el 83% proviene de fuentes no renovables. El 57% de la electricidad que consume proviene del sistema de interconexión ibérico, es decir, de otras comunidades autónomas.

En Nafarroa, en cambio, se produce el 172% de la electricidad que consume, el 49% de fuentes renovables y el 51 % de origen no renovable. El 72% restante de su producción lo vierte al sistema de interconexión.

En el conjunto del Estado, también se produce más de lo que se consume, el 101%, de la cual el 47% es de origen renovable, y el 53% no renovable.

GASTO DEL CIUDADANO

En Euskadi cada persona gasta una media de 930 euros al año en energía, según los datos medios extraídos de los años 2018 y 2019, años en los que no hubo la incidencia de la pandemia ni de la guerra en Ucrania.

De esa factura energética, casi la mitad del total (47%) se gasta en carburantes (automoción), un tercio en electricidad (31,4%), un 18,3 % en gas y un 2,8% en otros. Para este 2022, a tenor de la tendencia de precios creciente, es posible que la factura energética supere los 1.000 euros por persona al año, batiendo todos los datos históricos. Tanto la factura de la electricidad, como la del gas, ha aumentado notablemente en todas las comunidades autónomas.

En el caso del precio de la electricidad, el Estado se sitúa en el segundo puesto de la UE-27, solo por detrás de Alemania. También en el ranking de precios del gas, el Estado español es el segundo país de la UE-27 que más caro paga ese combustible, por detrás de Suecia, según datos publicados por Eurostat.

Las razones por las que se paga la electricidad y el gas a un precio tan elevado son similares en ambos casos: el panel de precios para consumo según la tipología de consumidores (hogares, industria) y los mercados (regulado y libre); el "mix" energético de cada país y las estrategias de transición ecológica.