- La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ofreció ayer un nuevo aviso a los gobiernos europeos. El organismo monetario subirá previsiblemente los tipos de interés en julio, una vez ponga fin, a principios de ese mes, al programa de compra de activos, que a lo largo de los dos últimos años ha permitido prestar apoyo a entidades financieras y ejecutivos nacionales mediante la adquisición de sus distintos títulos de deuda.
La subida de tipos tendrá lugar “algún tiempo después del final de las compras de activos”, dijo ayer Lagarde en Liubliana. La presidenta del BCE subrayó en la capital eslovena que su deseo es que el programa de compra de activos concluya “a principios del tercer trimestre”, y precisó que la subida de los tipos podría adoptarse en cuestión de “solo unas semanas” Dos decisiones que van a tener impacto en el devenir de las economías de la Eurozona, sujetas en los últimos meses al vaivén que marcan la inflación y la guerra en Ucrania.
A este respecto, el crecimiento de los precios, cuya tasa interanual subió hasta el 7,5% el pasado mes, ha sido tan rotundo que Lagarde insinuó que sólo a “medio plazo” se prevé una vuelta a los niveles defendidos hasta ahora por el BCE, de tasas en torno al 2%. Las proyecciones de la economista francesa suponen un jarro de agua fría a los mensajes de algunos gobiernos, que están anticipando un descenso en el segundo semestre. En este sentido, admitió que “parece cada vez más improbable que vuelva la dinámica desinflacionista de la pasada década”.
El mensaje de una subida de tipos de interés está cobrando amplificación en las últimas semanas. De hecho, la propia Christine Lagarde empezó a deslizarlo el pasado mes de marzo, después de que durante varios meses negara esa posibilidad y asegurase, en noviembre del año pasado, que durante 2022 no se iba a producir ningún incremento del precio del dinero. No obstante, su posición se ha ido quedando sin muchos aliados en el entorno europeo. Cada vez más miembros del Consejo de Gobierno del BCE han expresado su disposición a que la primera subida de los tipos de interés se anuncie en la reunión de julio.
En esta línea, el presidente del poderoso Bundesbank, Joachim Nagel, indicaba esta semana los riesgos crecientes de que los bancos centrales estatales actúen demasiado tarde para combatir la inflación. “Si tanto los datos entrantes como nuestra nueva proyección confirman esta opinión en junio, recomendaré un primer paso normalizando las tasas de interés del BCE en julio”, afirmó Nagel, que puso así voz a la preocupación de Alemania por la subida de los precios, que está alcanzando también cotas no vistas en ese país.
El Banco Central Europeo seguirá así los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos, su par en ese país, que anunció la semana pasada el incremento en medio punto de los tipos de interés, que ahora quedan en un rango entre 0,75 y 1%, el porcentaje más alto desde que empezó la pandemia. El Consejo de Gobierno del BCE tiene previsto reunirse de nuevo para discutir su política monetaria el próximo 9 de junio, cuando también hará públicas sus nuevas proyecciones con la actualización de sus previsiones para la Eurozona. l
l Cese del programa. Además de la subida de los tipos de interés, la otra gran decisión que viene mascando el BCE es la retirada del programa de compra de activos. Tras el estallido de la pandemia, en marzo de 2020, el BCE puso en marcha esta iniciativa, que buscaba contrarrestar los efectos adversos en la economía de la Eurozona. Era la continuación de la idea que arrancó en 2015 de la mano del actual primer ministro italiano Mario Draghi, que presidía entonces el organismo monetario. l