- Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 1.058 millones de euros en el primer trimestre del año, un 3% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, impulsada por sus negocios internacionales, especialmente Estados Unidos y Brasil, informó ayer la compañía.

La energética indicó que sus ganancias se vieron lastradas por el negocio en España, donde su beneficio registró una caída del 29%, hasta los 337 millones, menos de un tercio del total del grupo, afectado por los altos precios de la energía que no ha traspasado a sus clientes a precio fijo acordados previamente. En este sentido, señaló que el 80% de la energía vendida a sus clientes de mercado libre está a precios que se sitúan entre la mitad y un tercio inferior a los precios de la tarifa regulada.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Iberdrola a marzo creció un 5%, hasta los 2.951 millones de euros. Con estos números hasta marzo, la compañía ratificó su previsión de beneficio neto para este ejercicio entre 4.000 y 4.200 millones de euros y un suelo del dividendo de 0,44 euros por acción.

A pesar de la incertidumbre regulatoria en España, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, reafirmó estas previsiones de crecimiento de beneficio para 2022, gracias a cinco factores principalmente: los más de 3.800 megavatios (MW) de capacidad instalada adicional prevista para este año y los 4.000 millones de euros de inversión en redes que contribuirán al resultado de este ejercicio; el crecimiento adicional de Estados Unidos y Brasil por las inversiones; el positivo impacto de las divisas y la mejora de los márgenes del negocio minorista en Reino Unido.

Asimismo, Galán, consideró que la actual crisis en el mercado energético “demuestra la necesidad de acelerar la transición energética para alcanzar la autonomía energética en Europa y descarbonizar nuestra economía”.

El consejo de administración propondrá en junta de accionista un reparto de dividendo complementario correspondiente a 2021, de, al menos, 0,27 euros por acción.