- España se consolidó durante la crisis del coronavirus como el quinto país de Europa con la factura doméstica de luz más alta del Viejo Continente, por delante de la media de la Unión Europea y de los socios de la eurozona, sólo superado por Alemania, Dinamarca, Bélgica e Irlanda.
Según los datos de la oficina comunitaria de estadística Eurostat, los precios abonados por los consumidores domésticos de España con un consumo anual entre los 2.500 y los 5.000 kilovatios hora, incluyendo todos los impuestos, han venido rondando, de media, los 0,242 euros el kilovatio desde 2020. Sin considerar la inflación y tomando como base únicamente el último ejercicio, cuya recta final vino marcada por el encarecimiento del gas y por la espiral alcista en el mercado mayorista de la electricidad, el precio para estos usuarios se aproximó a los 0,257 euros en el conjunto del año.
Ello supone un 12,4% más que la media de los 27 países que componen la Unión Europea tras la salida de Reino Unido (0,229 euros), y un 7,15% más que la de los Estados de la zona de la moneda única (0,24 euros). No obstante, existen otros cinco países vecinos donde la factura de luz de los hogares también fue superior a la media el año pasado: Alemania (0,321 euros); Dinamarca (0,317); Bélgica (0,285), e Irlanda (0,276). Por debajo de la media anual de la eurozona se situaron, en cambio, Suecia (0,236), e Italia (0,231), mientras que Austria (0,225), Chipre (0,214) y Portugal (0,213), se quedaron por detrás del nivel de la UE.
Inferiores aún fueron los precios en Francia, donde se quedó en 0,198 euros. El panorama en el país galo contrasta con la situación de estos días, donde el temporal de frío y el parón en la producción de sus centrales nucleares ha hecho repuntar el precio mayorista de la electricidad a máximos interdía de hasta 3.000 euros el megavatio a la hora.
Los datos de Eurostat reflejan cómo las tensiones en los mercados y el contexto macroeconómico, condicionado por el repunte de la inflación a partir del último trimestre de 2021, han impactado en el acceso a la energía eléctrica. Así, España se situó, de nuevo, entre los países en los que más varió el precio de la luz para los consumidores domésticos, con el kilovatio un 13,3 % más caro que en 2020, frente a la subida media del 7,1 % en la UE.
También notable fue la evolución en las facturas de los hogares del norte de Europa, por ejemplo, en Estonia y Letonia, donde el kilovatio se encareció de media respecto al año anterior un 29,1% (hasta los 0,163 euros) y un 15,3 % (hasta los 0,164), respectivamente, ante los máximos históricos del pasado diciembre a raíz de la fuerte demanda y los problemas de generación. El alza más significativo se dio en Noruega, una de las grandes potencias europeas en renovables gracias a sus centrales hidroeléctricas, y segundo exportador de gas a Europa tras Rusia, al proporcionar casi el 25 % del gas de la UE.
Por debajo de los 200 euros. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista cae hoy un 10,1% con respecto a ayer, situándose por debajo de la cota de los 200 euros por megavatio hora y acumulando así su tercera jornada consecutiva de descensos. En concreto, el precio medio del mercado mayorista para este viernes será de 198,47 euros el megavatio, según datos publicados por el Operador del Mercado Ibérico de Energía. En comparación con hace justo un año, el precio será un 191,05% superior a los 68,19 euros del 15 de abril de 2021. Los precios del mercado mayorista repercuten directamente en la tarifa regulada, a la que están acogidos casi 11 millones de hogares en el Estado.